¿Por qué me hiciste esto?

154 8 1
                                    


Estaba sentada con Mariana en un restaurante en Barcelona, teníamos que ponernos al tanto de lo que había sucedido.

- Bueno ahora si, tengo que contarte algo, no sé si habrás notado extraño a Mick, pero, hace aproximadamente un mes Mick comenzó una relación con una chica que se llama Justine, es bastante linda, se ha estado preocupando por ti también, el tiempo que ya sabes... -hizo una pausa. - estabas inconsciente, ella iba junto con Mick a visitarte, y creo que es bueno esto, él te sigue tendiendo el mismo cariño pero es bueno que ahora se haya enfocado en otra persona, no crees?

Lo que me había dicho mariana en ese momento no podía creerlo aún, era un tanto, irreal, pensar que todo el tiempo que estuve en el hospital pasaron tantas cosas.

- Yo creo que está bien, en este tiempo me da gusto que haya encontrado a una persona que lo valore, y espero que lo haga, es un gran chico, noble, con un gran corazón, pero de verdad me pone feliz saber eso. - y le ofrecí una sonrisa a mariana.

-Bueno, a parte, como sabrás, Isa y Carlos ya no están juntos, al parecer, quedaron en buenos términos, el trabajo de Isa y ahora el contrato de Carlos con Ferrari le impedían mucho verse, Isa viajaba más, y no podían estar mucho tiempo juntos, y decidieron terminar su relación para que cada uno se concentrara en lo suyo, ellos son maduros y saben lo que es mejor para ellos, también, te tengo que contar que Charles, Hamilton y Carlos no dejaban de visitarte, ellos fueron los que estuvieron acompañándome a mi y a Claudia y tú hermana en todo esto.

- Wow wow wow, a ver si entendí, muchos cortaron, otros encontraron novias, nunca estuve sola en este proceso, bueno, esto si es que mucho para mi. Isa me cae bien, en el poco tiempo que la conocí me cayó bien, aunque no sé si yo le caía bien a ella, bueno da igual.

La noche transcurrió entre risas, y más anécdotas.
Pero hay algo que debo contarles.

Después de mi accidente, he estado en terapias, y sigo en observación médica, hay momentos en los que me mareo, me tienen que checar la presión seguido, y la terapia me va ayudando, aunque no puedo dormir, cuando me monte en el auto en Portugal sinceramente tuve mucho miedo, la mano me temblaba, y lloré demasiado. Es un proceso, un duelo, pero se que puedo recuperarme.

Llegamos al hotel en Barcelona, Mariana bajo en su piso, y yo seguí subiendo para llegar al mío, pero el elevador se detuvo y al momento que se abrieron las puertas, lo vi.

Carlos.

No podía dormir, así que decidí que iría a la terraza un rato, a estas horas no creo que haya alguien despierto, me hubiese quedado con mi familia, pero era más fácil encontrar una habitación en el hotel.
Salí de mi cuarto y me dirigí hacia el elevador, cuando vi que se abrieron las puertas, era Andrea, con esos ojos que siempre me han gustado por que me dan confianza, su pelo suelto y ondulado, que ahora era café, y la hacía ver mucho más hermosa.

- Hola. - y me regalo una tierna sonrisa.
- Hola, qué haces despierta a esta hora?
- Estaba con Mariana ya sabes, horas y horas platicando, lo necesitaba, y tú?
- Yo? No puedo dormir, iba hacia la terraza, quieres ir?
- Claro, no tengo otra cosa que hacer.

Andrea.

Llegamos a la terraza, pero no iba tan incomoda, la verdad es que después de tanto tiempo quería pasar tiempo con el, quería platicar con él y me contara que hacía cuando estaba conmigo.

Nos sentamos en los camastros que tenían vista hacia la ciudad, me encantaba estar aquí la verdad, sin duda si pudiera vivir en un lugar sería aquí.

- Y bien, por qué no me cuentas qué pasó, mientras yo estaba sumamente dormida. - dije en tono sarcástico.
- Pues sabes, pasaron varias cosas, pero no tienen importancia, lo único que si lo tiene es que estás de nuevo aquí, que pudiste competir de nuevo, eso cómo lo sentiste? Cómo te sientes ahora que volviste?
- Me ha costado mucho trabajo, aún no puedo superar el hecho de que estuve en coma, que casi muero, estaba a punto de dejar a Emilia sola, y eso me destroza cada día, me da miedo que en cada carrera tengo las mismas posibilidades de que no regrese con ella, y eso me da mucho miedo, no me lo puedo permitir. A parte de eso no duermo por las noches aún, me cuesta trabajo, siempre tengo pesadillas, sigo yendo a mis terapias pero, no veo resultados, y eso me desespera.
- Andrea. - cuando dijo eso tomó mi mano. - estás aquí, estás con vida, eso es lo que importa, regresaste y es por algo, es un milagro que estés aquí, no sabes lo mucho que me hiciste falta, y por lo demás no te preocupes, no estás sola en esto, y nunca lo vas a estar, si quieres; puedo quedarme en el sillón de tu habitación por si despiertas en la noche de algún mal sueño y así sientas que no estás sola.
- Carlos, de verdad no te molestes, me daría mucha pena que lo hicieras, además no creo que sea lo correcto. - De manera lenta retire mi mano de la suya.
- Andrea, qué hay de correcto aquí? Sabes que, iré al grano, desde qué pasó todo, sufrí demasiado, no volví a mi casa hasta hace poco, por que no quería dejarte sola ni un segundo, no quería saber que despertarías y yo no estaría ahí para ti, quería acompañarte cada segundo y que aunque no estuvieses consiente, despertarás y supieras que siempre estuve ahí. - en ese momento a Carlos se le salieron las lágrimas al igual que a mi. - Cuando vi por las pantallas que te estaban sacando sin señales de vida del auto, sentí como todo se me derrumbaba, ese día sentí que iba a perderlo todo, iba a perder la oportunidad de poder estar contigo, por que desde el primer maldito día que te vi supe que eras tú la persona con la que quería estar.

Y si amigos fue en ese momento en el que dejé toda mi dignidad detrás y me puse a llorar como nunca, fue muy fuerte escuchar todo eso de Carlos.

- Carlos, por que me haces esto a mi? Por qué en este momento, gracias por nunca haberme dejado sola, por estar ahí, por ir a verme y contarme historias y platicarme de ti durante horas sin esperar una repuesta mía. Por nunca perder la fe en que despertaría, gracias de verdad. Aún no puedo procesar bien lo que me acabas de decir y no quiero pensar que fui yo la razón por la que terminaste con Isa, por qué apenas me enteré hoy de eso. - Cuando Carlos escuchó salir eso de mi boca iba a hablar pero lo interrumpí. - Espera, piensa bien lo que me acabas de decir, por favor, por qué no quiero salir lastimada, no quiero volver a pasar por el proceso que sigue después de que alguien me miente y me deja sin más, no quiero ser una opción, no quiero ser la otra, ni la que saca el otro clavo, quiero ser querida, eso solamente.

Sin más, me levante, y cuando ya me iba a ir, sentí ese vacío, de nuevo. Voltee antes de pasar de largo a Carlos, y lo abracé.  Y fue sincero, no quería separarme de ahí, me sentía en paz.

- Andrea, eres maravillosa, eres una mujer increíble, con un gran futuro por delante, tienes todo para lograr lo que quieres, tienes a muchísima gente que te ama y que te apoya, entre ellos yo, nunca te sientas insuficiente, ni sientas sin valor, al contrario, deberías de sentirte amada, eres luz, eres esa persona que llega a la vida de los demás y las hace más bonitas de lo que ya son, y por esa y mil razones no quiero perderte, no de nuevo.

- No Carlos no me vas a perder de nuevo. Pero por favor promete una cosa, solo no me vallas a romper el corazón, por favor.
- No hace falta que te lo prometa, por que no pienso hacerlo.
- Y está bien, si quieres puedes quedarte en mi habitación, no quiero estar sola esta noche por favor.
- Lo que sea con tal de no verte mal.

De ahí nos fuimos a la habitación, Carlos fue rápido a cambiarse y ponerse su pijama, y regreso a la mía.

Tocan la puerta**
- Pasa Carlos.
- Oye que linda pijama de Koalas, pareces niña de 5 años.
- Ja ja que gracioso Sainz, mira lo pensé bien, no me gustaría verte dormido en el sillón, me sentiría mal, pensaría que te castigue o estoy enojada contigo, por qué no mejor te acuestas del otro lado de mi cama, digo, no es que la ocupé toda yo, una personas de mi tamaño no ocupa una cama king size para ella sola.

Los dos reímos.

- Gracias a Dios que dijiste eso, no quería despertar mañana con un dolor insoportable de espalda.  - Carlos se recostó del otro lado de la cama.
- Buenas noches chico Ferrari.
- Buenas noches pequeña Koala.

Un sueño y una realidadKde žijí příběhy. Začni objevovat