Pasaron tres semanas desde la muerte de sus padres, Luke seguía destrozado, pero no podía seguir faltando a clase, guardo el reloj de arena que le dio su padre, en la mochila y le pidió a Charly que lo llevará al colegio, no quería ir caminando, debía pasar por delante de su vieja casa y se le removía el estómago, solo de pensarlo.
-¿Estás seguro? Puedes quedarte aquí, no hace falta que te fuerces...- el beta sonrió amargamente, no podía defraudar a sus padres- Llamaré a Nathaniel, e iremos los tres juntos.
Luke espero, sentado en los escalones de la entrada, ya había comenzó a refrescar por las mañanas, el otoño había terminando y las mañanas eran frías, intentaba calentarse las manos, mientras esperaba, de fondo podía escuchar a Charly discutir con su hijo.
-No vas a faltar un día más, Nathaniel...- el alfa le contesto algo que no pudo entender- Es la segunda vez que haces este curso, no voy a permitirte fallar más días – escucho su nombre, en medio de la discusión- Ponte la chaqueta y baja, no te lo volveré a repetir, tienes cinco minutos.
Charly se sentó a su lado, mientras esperaban a Nathaniel, el alfa lo abrazo para darle calor, había sido muy amable con él, y no sabía cómo agradecérselo, el hombre se negaba a que le diera dinero por quedarse en su casa.
-Toma, para que puedas comprarte la merienda...- le sonreía mientras le daba el billete- Si te encuentras mal, llámame, iré a por ti.
-Gracias, señor Cross...- intento sonreír, pero solo le salió una media sonrisa- No hace falta que gaste dinero en mí.
-Ahora eres mi hijo, pequeño Luke...- acarició su cabello con cariño.
Nathaniel se quedó mirándolos durante un tiempo, le pareció una escena asquerosa, su padre cuidando de un beta, era algo que no podía entender, él tenía gran empresa, pero se preocupaba de un huérfano.
-Vais a estar así toda la mañana...- Luke se levantó sobresaltado, mientras Charly observaba a su hijo- No teníais prisa ¿Qué hacéis?
-Se dice "Buenos días", Nathaniel...- él simplemente lo ignoro y entro en el coche.
Siguió a Charly hasta el coche, el alfa guardo su mochila en el maletero, mientras él subía, Nathaniel puso cara de asco cuando se sentó a su lado, así que olio su ropa, sabía que los alfas tenían el olfato más sensible de lo normal, pensó que se había puesto demasiado perfume.
-Huele a basura...- hablo bajito, para que Charly no pudiera escucharlo- Huérfano.
-Me llamó Luke...- Nathaniel lo miro con asco, y lo ignoro – Encantado de conocerlo, señorito Cross.
-No hablo con sucios betas.
Charly noto el ambiente tensó, Nathaniel intentaba controlarse, pero sus feromonas le delataba, y Luke intentaba no mirarle, mientras tenía la mirada perdida.
-¿Ha ocurrido algo? – intento que alguno de los dos le contestará, pero no consiguió nada- Nathaniel ¿Qué le has dicho?
-Nada, no he hablado con él...- Luke asintió, así que no insistió.
Intento poner algo de música, pero molestaba a Nathaniel, así que la quito, miraba por el retrovisor a Luke, le pregunto varias veces si se encontraba mal, pero él no le decía nada.
-Nathaniel, cuida de Luke, por favor...- el alfa gruño, era demasiado pesado- Y no te saltes ninguna clase.
-No es mi deber, cuidar de él...- cerró la puerta del coche y se fue, Charly no comprendía como su hijo podía ser así.
-Pequeño Luke, no debes preocuparte por nada, mi hijo siempre ha sido así, no le caes mal...- el beta quería reírse, pero se contuvo – Vendré a por vosotros cuando terminéis, cuídate.
ESTÁS LEYENDO
El mayordomo
RomanceHistoria principal "Lo que ocultan las palabras" Luke se muda a la casa de la familia Cross después de la muerte de sus padres. Allí conocerá a Nathaniel, un alfa que le mostrará que amar a alguien significa sufrir o eso es lo que ha pensado él desd...