DÍAS NEVADOS

342 55 7
                                    

Los copos de nieve caen lentamente durante el invierno bañando toda la vista de blanco absoluto,el frío arrasa con fuerza, tanto que es probable que muchas personas y animales odien los días nevados, en ese tiempo es muy difícil encontrar comida y un lugar cálido dónde cobijarse, de ese modo varios seres vivos perecen.

Pero así mismo no todos odian los días nevados.

A los artistas les gusta, les da un paisaje para nuevas obras de arte.

A los niños que no tienen que preocuparse en dónde dormir o que comer, les gusta, pueden jugar con bolas de nieve.

A las damas de sociedad alta también les agrada, pueden estrenar vestidos de acuerdo a la estación.

A los animales invernales también les gusta, pueden salir ya que es su clima adecuado.

En los días nevados hay distintos puntos de vista, pero hay uno en particular.

A un pequeño le gustan los días nevados, no porque sea artista, no porque juegue con la nieve, ni por las otras razones.

En una casa grande, tan grande donde no es visto por la persona que más ama, dónde parece que su existencia se minimiza hasta el punto de borrarla, dónde solo está rodeado de palabras punzantes y dolorosas, en ese lugar hay alguien que ama los días nevados del invierno.

Pero ¿Por qué?

De hecho hay una razón simple.

Es porque los días nevados le recuerdan su propia existencia.

En esos días dónde todo se vuelve blanco hasta el punto de opacar otros colores, hay un color que es bastante notorio.

Rojo.

A Cale le gusta gusta el color de su cabello, le gusta no solo porque le recuerde a su madre, le gusta porque en esos días su cabello le da la oportunidad de ser notado.

Le da la oportunidad de existir, aunque sea un poco.

Es como una rosa de un hermosos color rojo, la nieve a su alrededor hace que está se vea mucho más hermosa, mucho más gloriosa, es difícil no notar a esta rosa, sus pétalos hacen un contraste atractivo con el puro blanco, y su tallo verde espinado gana atención debido a su propio encantó.

Pero no todas las rosas son capaces de vivir en invierno, estás eventualmente se marchitan y mueren.

Una duda se hace presente mientras el niño se asoma por la gran ventana de su habitación y observa con una pequeña sonrisa ese paisaje.

¿Será que hoy su padre lo llamara a acompañarlo a una de sus comidas?

Normalmente el resto de los días no lo hace, después de todo ¿Que querría su padre de él si su padre ya se consiguió una nueva familia?, Pero este es uno de esos días especiales.

Un día especial donde su padre suele llamarlo a pasar unos minutos con él, durante esos minutos su padre no le habla, no le dirige la mirada, a Cale no le importa eso, aunque lo ignore de esa manera, está vez se siente un poco feliz porque su padre lo llamo y eso es suficiente.

Cale cree que es un niño malo, una vez leyó en un libro donde decía que querer con todas sus fuerzas que alguien lo ame no es correcto, por eso se siente mal, el quiere tanto un poco de cariño, que alguna vez deseó que Violan y Basen no hubieran llegado nunca, pero ese tipo de pensamiento solo es fugaz.

Violan y Basen son los únicos que hacen feliz a su padre, entonces Cale no debe meterse.

Cale se siente alguien ambicioso deseando algo que no puede tener, pero no va a destruir la felicidad de su padre y solo evitará sus propios pensamientos molestos.

Pequeños TrozosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora