¡Querido gringo! [USArg] 2° temporada

꧁Capitulo 1: A pesar de todo...꧂

< > : Pensamientos.
" : Frases, recuerdos, etc.
− : Diálogos.
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En Washington D.C amanecía. Era un día como cualquier otro para cierto estadounidense: ducharse, vestirse, lavar sus dientes, peinarse y tomar su maletín del trabajo para comenzar con la monótona rutina de su día a día. Lo único diferente de todo aquello, era poder ver el rostro celeste y blanco de su pareja estar a un lado suyo, durmiendo profundamente con esa angelical paz que solía portar. No evitó sonreír al recordar la manera en que su vida había cambiado y todo gracias a latino que reposaba en su cama. Esa era la República Argentina, su pareja y futuro esposo, pues hace tan solo semanas atrás había conseguido comprar el perfecto anillo para pedirle matrimonio y su amado, sin dudarlo, había aceptado.

Entregó un beso sobre los albinos cabellos del menor para luego destapar su cuerpo, el cual era cubierto por la única prenda de un par de boxer's, y ponerse de pie para dirigirse al baño que compartía con su novio. Éste último había sentido los movimientos del estadounidense, además de que la falta de calor a su lado generaba disgusto. ¡Hacía demasiado frío! En Estados Unidos, la época invernal había comenzado y Argentina no era alguien que estuviera acostumbrado a tales temperaturas completamente diferentes a las de su territorio.

− Mm... USA, volve a la cama. Es temprano, boludo. −Mencionó a modo de queja, palmeando aquel espacio vacío que había dejado el de estrellas cuando se retiró de la cama. El argentino había abierto con pereza sus amielados ojos, buscándole con la mirada hasta verlo tomar una toalla dentro del ropero para encaminarse al cuarto de baño.

− Good morning too, my love. (Buenos días para ti también, mi amor). − Respondió con cierta gracia ante el actuar de Argentina, sonriendo a espaldas de éste y una vez dentro del cuarto de baño, sin cerrar la puerta, comenzó a lavar su rostro y dientes− La alarma aún no suena pero no tengo sueño. Puedes seguir durmiendo, cariño.

− Pero me sacaste mi fuente de calor, bola. − Refunfuñando a lo bajo, tuvo que tomar asiento sobre el colchón para comenzar a estirar su cuerpo en busca de poder despertar completamente. Sintió pequeñas punzadas en varias partes de su cuerpo. Principalmente, la zona de sus piernas. Pero, por otro lado, no iba a dejar solo a su pareja, gustaba de desayunar todas las mañanas con él. Era parte de su nueva rutina− Ahora me baño también y desayunamos algo.

− Oh, well, come with me (ven conmigo). También debo ducharme. ~

Argentina lo supo al instante en que terminó de escuchar aquella frase: Calor. Sus mejillas sintieron el calor invadirlas, apretando entre sus manos las sábanas, recordando la razón principal por la cual deseaba seguir durmiendo y no levantarse de la cama en horas o un día entero. "Maldito gringo de mierda...", pensó. ¿Acaso no recordaba como una simple sesión de besos pasó a convertirse en un mar de gemidos inundando la habitación? Específicamente, gemidos que salieron de los labios del portador de sol. ¡¿Y aún tenía energías para hacerlo esa mañana?!

− No, báñate vos y luego voy. No quiero quedar rengo todo el día por tu pija caliente. Hoy vienen los nenes y Malvinas a vernos, quiero estar presentable para mis islas. −Con esa simple respuesta, volvió a cubrirse con las mismas sábanas blancas con las que dormían día y noche cuando él se quedaba por una semana o más en el territorio norteamericano. USA, por su parte, soltó una simple carcajada y luego de ordenar que les prepararán el desayuno, entró a la ducha para poder refrescarse.