III

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"Ulises"

No puedo dejar de pensar en ella.

Desde esa noche, el tacto de su piel desnuda me tiene hipnotizado.

Y, mierda, no puedo sacármela de la cabeza.

Su pelo rubio junto al color verde de sus ojos son la única combinación de tonos que llevo repitiendo en mi cabeza esta semana, y sinceramente, creo que empieza a ser un problema.

No puedo diseñar un edificio lleno de oficinas de color verde.

Todavía no has perdido el gusto, al menos.

Calla conciencia.

El caso es que llevo toda la semana hasta arriba de faena, por la jubilación de mi abuela, y el tener que asumir el cargo tan importante que he heredado. Aun así, estoy muy motivado, y con muchas ganas de darle un buen futuro al legado familiar.

Aunque, por otro lado, el estar tan ocupado ha hecho que Mara haya desaparecido de mi vida justo después de esa gala benéfica.

Y mierda, por culpa de esa dichosa invitación no puedo sacármela de la cabeza.

Aun así, me hizo gracia el discurso que tuvo que improvisar tras... ya sabéis, el acercamiento.

- Jefe, los señores Hastings han llegado –Me comunican desde la entrada de mi despacho-.

Es mi asistente y mano derecha. Él se encarga de planificar mi agenda, y para eso dedica toda su jornada. Debo decir que el chico hace muy buen trabajo, aunque tan solo sea un estudiante en prácticas.

Y la palabra estudiante vuelve a recordarme a nuestra chica rubia. Así que, con intención de sacármela de la cabeza, justo antes de que entren mis clientes por la puerta, decido insistir en saber de ella.

"Mara"

"¿Vamos hoy de party?"

La vibración que emite mi teléfono hace que deje de estudiar durante un minuto. Espero ilusionada a que sea el, pero me decepciono cuando veo el mensaje de mi mejor amiga en la pantalla.

- No estoy de humor, Kate.

Intento seguir con la tarea cuando el móvil vuelve a vibrar.

- ¿Como va todo? Yo hasta arriba de faena... - U.

Mi cuerpo se tensa ante ese mensaje inesperado, y algo en mi interior se remueve. Estoy dispuesta a contestar cuando algo dentro de mí me dice que le haga esperarse un poquito más.

Así que, con una sonrisa malvada, decido poner mi plan en marcha. Aviso a Kate de que en realidad sí que me apetece ir a esa fiesta, y recojo mis cosas.

Ya estoy en el autobús de camino a casa de Kate para arreglarnos cuando decido contestar al arquitecto estúpido.

- Genial, un poco liada por los exámenes, pero esta noche fiesta, así que compensa.

Cierro rápidamente la aplicación al ver que lo ha visto al instante. El conductor avisa el final de mi trayecto, y bajo del autobús caminando en dirección a casa de mi mejor amiga.

Pico al timbre y nos saludamos con un abrazo que parece no acabar nunca, luego me adentro en su increíble y gigante habitación, y nos ponemos en busca del vestido perfecto.

Despues de dos intensas pero cortas horas, salimos por la puerta; Kate con un vestido rojo pasión, acompañado de sus despampanantes labios rojos, mientras que yo me he decantado por un vestido negro, aunque con un poco de encaje en la parte del pecho. Mi cabello esta liso, y mis labios están cubiertos por mi brillo favorito.

Diseñando las leyes de tu amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora