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—Bueno, está difícil la cosa

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—Bueno, está difícil la cosa. Pero no creo que se haya separado porque no quería que pase a mayores. Creo que lo hizo porque estaba confundida, quizás. Recuerda que soy una loca que piensa que todos son gays. —dijo Jihyo, logrando sacarle una carcajada a la mayor.

—Nayeon, yo creo que vale la pena decirle. Si no corresponde hay varias excusas que puedes poner, tú sabes. Pero yo creo que hay una probabilidad bastante grande de que acepte tus sentimientos. Es que, mírate, eres divina y muy agradable, si no le gustas yo misma iré a pegarle. —dijo Sana sonriendo, la chica era todo lo contrario a Jihyo. Sana era calmada y serena. Jihyo era impulsiva e hiperactiva. Bueno, ya sabemos, los opuestos se atraen.

—Creo que tienes razón. Podría intentarlo. Es que me da miedo de que no sea lo mismo después. —dijo Nayeon, estaba pensando demasiado.

— ¿Eres Nayeon? La Nayeon que conozco no piensa mucho las cosas y se lanza a ver que pasará, no tiene miedo y si algo sale mal, trata de arreglarlo. Tu puedes, sé que ella aceptará. —dijo Jihyo mirándola, estaba seria eso es algo que no se ve todos los días.

—Tienes razón. Lo voy a intentar. —dijo Nayeon sonriendo.

—Me alegro. ¿Te quedaras hasta el viernes cierto?—preguntó Jihyo levantándose del sillón para caminar a la cocina.

—Si no es molestia, si. —dijo Nayeon siguiéndola.

—No molestas, eres bienvenida siempre y cuando avises antes. —dijo esta vez Sana, apoyando su mano en el hombro derecho de Nayeon.

Las tres entraron a la cocina y pusieron manos a la obra, terminando el estofado de carne que Jihyo había comenzado a cocinar. Nayeon se encargó de pelar y cortar las verduras que quedaban, mientras que Sana y Jihyo se encargaban de las ollas y de la carne respectivamente. En menos de dos horas el estofado estuvo listo, al igual que la mesa ya estaba armada. Las tres se sentaron, sirviéndose un plato de la caliente comida.

—Demonios, había olvidado lo delicioso que era tu estofado. —dijo Nayeon luego de tragar el primer bocado.

—Me alegra que te guste, estuvimos arreglando la receta. —dijo Jihyo lanzándole una mirada divertida a Sana.

Los siguientes tres días fueron muy divertidos, la pasaron muy bien las tres

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Los siguientes tres días fueron muy divertidos, la pasaron muy bien las tres. Sana y Nayeon se conocieron mejor, básicamente haciéndose amigas al instante. Sana era alguien agradable. Nayeon se sintió bien. Pero el viernes estuvo a la vuelta de la esquina sus nervios surgieron.

Estaba en la puerta, con su mochila colgada en sus hombros y las manos sudadas. Estaba esperando el taxi para poder salir. Cuando logró divisar el vehículo en la esquina, se dirigió a sus amigas, dándoles un abrazo de despedida a cada una para luego salir de la casa.

—Nos vemos pronto, la próxima vez que vengas trae a tu novia. —dijo Jihyo guiñándole el ojo divertida.

 —dijo Jihyo guiñándole el ojo divertida

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Borrow a Kiss Ꞝ NamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora