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Londres, 1975
Las semanas habían pasado rápido a comparación de como Jungkook lo imaginó.
Y eso era realmente bueno.
Es había pensado en que tal vez la pasaría mal y que le harían burlas por haber adelantado dos cursos. Pero para su suerte no fue así.
Tal vez se la pasaba casi todo el día o en cada descanso en la biblioteca o estudiando; por no decir que eso le ayudaba a no pensar en el chico castaño del que se había enamorado.
Kim Taehyung.
Y es que como no hacerlo, si cada que escuchaba en la radio aquella canción de amor escrita por uno de sus cantantes favoritos, Freddie Mercury.
Tal vez aquel hombre, el cual probablemente nunca sabrá de su existencia sabía cómo se sentía vivir el primer amor de verdad.
Solo tal vez...
Y lo que Jungkook no sabía, era que aquel chico dueño de sus pensamientos, sueños y suspiros estaba sintiendo casi lo mismo.
Porque Taehyung sentía una inmensa curiosidad y atracción por aquel chico extranjero que había visto en la última reunión de gala que había hecho su padre.
Porque sí, desde esa vez había visto accidentalmente a aquel lindo chico de lentes redondos y cabello negro.
Y como si hubiera sido obra de las coincidencias, él también pensaba en Jungkook cada que escuchaba aquella canción en su walkman*.
Y es que le parecía inevitable, incluso, varias veces Jeon lo hallaba viéndolo, y eso en serio lo hacía sonrojarse demasiado.
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En la década de los 70's se popularizó el uso de reproductores de música en caset portátiles, llamados walkman*.
Algunos funcionaban a base de baterías, y todos se caracterizaban por el uso de un par de audífonos de diadema.
