Want (VMK & YM)

04. Sentirse Protegido

Durante todo el trayecto al departamento, Jimin hizo todo lo posible por aguantar las lágrimas. A pesar de que su manager lo miró un par de veces por el espejo retrovisor mientras manejaba, y le preguntó si estaba bien, él respondía afirmativamente.

Pero cuando cerró la puerta y al fin se encontró solo, soltó la primera lágrima. Poco a poco fueron cayendo a medida que avanzaba hacia su habitación. Y cuando estuvo en ella, lo primero que hizo fue dejar caer la ropa que traía en sus manos al suelo y recostarse en su cama, dejando las lágrimas caer.

Cuando ya se había calmado un poco, se acomodó boca abajo para quedar más cómodo. Aún así las lágrimas seguían saliendo, pero con menor intensidad.

Se encontraba medio dormitando cuando la puerta de la habitación que compartía con Hoseok fue tocada. Entonces volvió en sí, no sabía cuánto tiempo había estado así, calculaba que unos veinte minutos aproximadamente, pero no estaba seguro. No se levantó ni hizo el esfuerzo por responder, a pesar de esto, la puerta fue abierta de todas formas.

—Hey, ¿estás bien? —dijo Yoongi cerrando la puerta.

Jimin no levantó la cabeza, sabía quién era incluso si no hubiese escuchado su voz. Era la única persona que podía volver al departamento a esa hora.

—Te traje algo para beber, es tu favorito por lo que recuerdo, Mango ¿no?

A Jimin se le escapó una risa entre el llanto silencioso, que ya había cesado casi completamente. Levantó el rostro para secar sus lágrimas con la manga de su suéter, cuando se incorporó, pudo ver que Yoongi traía un vaso de agua en su mano.

—Espera, solo déjame... —Jimin alcanzó la caja de pañuelos que tenía en su velador y sonó su nariz, sacó otro y limpió el resto de lágrimas que quedaba, aún así sentía sus ojos algo hinchados.

Yoongi se sentó a su lado y Jimin recibió el vaso de agua para beber. El mayor no dijo nada, mucho menos preguntó algo, pero permaneció al lado del rubio brindándole compañía. Yoongi había aprendido con el tiempo que Jimin era muy diferente a él cuando tenía problemas o se sentía triste. Mientras él buscaba confort consigo mismo y aislándose de todos, Jimin lo hacía buscando compañía.

Pero Jimin no siempre podía buscar la compañía de alguien más. Jimin era una persona que respetaba a las personas, por lo que si necesitaba ayuda, pero sabía que sus compañeros estaban ocupados y no podían brindársela, entonces sufría en silencio. Y Yoongi suponía que este era el caso, pues todos tenían deberes que hacer en la empresa ese día. Por eso el mayor decidió quedarse a su lado aunque el silencio reinara en la habitación.

—Es gracioso que estés aquí, justo precisamente tú —dijo Jimin mirando el vaso de agua en sus manos que ahora contenía un poco menos de la mitad.

—¿Disculpa? —preguntó Yoongi, volviendo su vista hacia el contrario.

Bueno, tal vez Yoongi se había equivocado, o Jimin había cambiado en estos años y ya no acudía a las personas cuando algo le sucedía, eso significa que su presencia solo le estorbaba en esos momentos. Al ver que el rubio no respondía, pensó que era mejor irse, pero Jimin suspiró y dijo.