Suspiré varias veces antes de entrar intentando relajarme. Pasó tanto tiempo...
Toqué la puerta.
-Adelante -esa voz.. Cuanto tiempo sin escuchar esa voz.
Abrí la puerta lentamente y entré.
-April... -susurró.
-Hola -Sonreí un poco.
-Qué ha pasado? Por qué estoy aquí? -preguntó.
-Verás eh... -tragué saliva. -Estuviste en coma por un accidente
-Pero... Cuánto tiempo? -me miró.
-4 años -espeté.
-4 años de sueño... -bromeó y sonreí.
-Sigues siendo el mismo -dije.
-Tu estás más mayor
-Mmh, gracias? -reí.
-Que no tonta, sigues siendo hermosa -hizo una señal para que me acostara a su lado.
-Te puedo hacer daño -contesté.
-No seas cabezona y ven -dijo. Asentí y me acosté junto a él con cuidado. Apoyé mi cabeza en su pecho e inspiré su aroma.
-Te he echado de menos -dije.
-April -nos miramos.
-Dime -respondí.
-Oía todo lo que me decías -rió por lo bajo.
-Todo?
-Ajá -dijo y mis mejillas se tornaron de un color rojo. -Sabes que también te quiero, no?
-Ahora sí -sonreímos. Lentamente nos fuimos acercando. Nuestros labios se unieron, tierno, dulce, perfecto.
El mejor beso.