Really I love you (Taerose)

Perdóname

Las grandes amistades también pueden tener su final.

Las pequeñas estaban en el parque jugando subiendo y bajando la resvaladilla.

–Rosie de verdad ¿nadie te gusta?–La pequeña somi insistía con esa pregunta

–Nopi–Nego mientras jugaba

–Tae es bonito–

Ambas miraron al pequeño jugando con sus amiguitos.

–Claro que no–

–Si–

La pequeña rose corría alejándose de ella. La atrapo.

–Dije que No

–A mi si me gusta es muy bonito, sus risitos, su sonrisita, sus manitas es como un príncipe–

–Claro que no es horrible–Hizo muecas la pequeña Rosie –Seria un ogro

–Rosie mamá quiere que nos vayamos a casa

Su pequeña manita fue tomada por la de él

–Nos vemos mañana somi–ambas se despidieron

Ambos miraban sus pequeños piesesitos mientras caminaban a casa.

–Rosie mañana hay cena familiar, no quiero ir puedes ayudarme–puchereo

–¿Que le diré a mi mami?–

–Mmm? Y si me quedo en tu casita a dormir –

–Chi pijamada –

La pequeña daba pequeños brinquitos con una sonrisa en sus labios.

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Dos hombres vestidos de gala se encontraban en un restaurante con Taehyung tenían una platica muy importante.

—¿Cuando tengo que irme?—

–El equipo te ara unas prácticas primero después seras parte del equipo–un hombre de traje hablo

–Necesitamos una respuesta irás ¿si o no?—otro hombre hablo

–Entre más pronto mejor–

Taehyung miro la venta pensando cual sería su respuesta, tenía que pensar en rose que le diría todavía no era clara su relación.

—Podrían darme solamente 24 horas—

Ambos adultos asintieron no tenían de otra querían llevar al chico que estaban buscando después de varios días.

—Gracias, entonces nos vemos mañana a esta hora—se despidió y salió del restaurante

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–Deberíamos estar en la cafetería no en el gimnasio–el rubio se quejo

–Calla felix recuerdas ¿por qué estamos aqui?–lalisa hablo buscando entre balones de baloncesto

–Estamos buscando a Taehyung pero el no va a estar debajo de esos balones–Hizo una mueca

La rubia buscaba debajo de un gran almacén de balones amontonados.

–De verdad, ¿no sabes a donde fue?–

–No, dijo que no vendría, por que mentiría–

–Más de una vez lo has echo–