♥️Prólogo♥️

1K 84 9
                                    

Narra Riddle

Cada día es lo mismo. Otra cabeza más que debe caer por romper las reglas más preciadas para el dormitorio.
Si no fuese por Trey que siempre me acompaña... ya hubiese perdido la cabeza.

Tal vez mi irritabilidad era provocada porque todos los días debía repetir la misma rutina, castigar a los estudiantes, pero aún así hoy debía mantenerme tranquilo y con mi postura firme ya que hay un rumor que corrió por toda la Nigth RavenCollege; y ese era que el espejo oscuro había traído a un nuevo estudiante que había sido elegido para ir a alguno de los dormitorios.
Estaba rezando a la reina roja por que fuese alguien ordenado y que respetara las reglas al pie de la letra, bueno... si es que ese estudiante llegaba a Heartslabyul.

Centrado en mis pensamientos mientras estaba en mi habitación estudiando, un leve golpe se escuchó en la puerta de esta misma, sacándome de mi concentración para hacerme enfocar en aquel que había osado en interrumpir mi sesión.

— Pase— dije lo más tranquilo que pude aún sentado frente a mi escritorio, ya que me había molestado un poco su interrupción.

La puerta se abrió, y dejó ver a Trey, quién solo había asomado la mitad de su cuerpo mientras me sonreía algo extraño, parecía estar... ¿nervioso?. Bueno, poca importancia le tomé y sin más le hice una seña para que hablara y él solo asintió para luego pasar y cerrar la puerta tras de él.

— Housewarden Riddle, se que esto es repentino pero... El director Crowley está esperándolo en el jardín— me informó mientras veía hacia la ventana.

Verlo así me hizo cruzar de brazos y tratar de encontrar el motivo de no querer verme a los ojos.— Trey, ¿hay algún problema?. ¿por qué estas tan raro?. ¿acaso otro estudiante se quejó de mi método de castigo?— le interrogé.

— No es nada de eso — me respondió ahora con una leve sonrisa —. puede que esta noticia lo haga caer o ponerse feliz. Solo que... aún no puedo dejar de pensar en lo extraño que es.

Estaba algo confundido. Pero al ver su mirada insistente sobre la ventana, me levanté para averiguar lo que era lo que lo mantenía distraído y lejos de nuestra pequeña conversación.

Mi mente quedó en blanco al ver por detrás del cristal desde la segunda planta del dormitorio. Se encontraba el director Crowley junto a una bola de pelos y... ¡¿una chica?!. Sorprendido me giré hacia Trey, esperando respuesta, pero él solo negó en silencio.

— ¿Cómo es posible?. Además... ya concluyó la ceremonia de asignación hace unas horas—. le pregunté algo aturdido por la sorpresa.

— Yo también me lo pregunto pero... debe de alegrarse. Puede que ella sea la próxima mejor estudiante del dormitorio y que si respete sus reglas— dijo para luego mostrarme una sonrisa temblorosa. Algo que no me dejaba satisfecho.

— Bien, tienes razón. Como es nueva, hay que darle la bienvenida— dije para luego dirigirme a mi armario y sacar mi traje blanco y cetro.— así que, pide que preparen el jardín. Recuerda que van a ser las cuatro, así que... solo té con leche y tarta de nueces.

— Sí, mi Housewarden— me dijo mientras salía rápidamente de mi habitación para dejarme vestirme.

Cuando terminé de vestirme, salí de mi habitación para caminar hacia la gran entrada del dormitorio donde al salir a recibir a la nueva integrante.
Ver sus cabellos castaños cual chocolate, de labios tenuemente rosas, tez blanca y orbes esmeraldas; me hizo sentir más tranquilo ya que tenía un aura tranquila que la rodeaba. Bueno, eso fue hasta que se alejó del lado del director para acercarse a mi.

— Que pequeño... es casi de mi estatura.— murmuró mientras me examinaba, cosa que había escuchado claramente.

Escucharla decir eso me hizo molestar, tanto que, podía sentir como la vena de mi frente sobresalía. Quise retener mi ira, y eso fue algo fácil, ya que recordé una de las reglas.

— Regla 509, de la reina de corazones. Mantente callado si tonterías has de decir. O perderás la cabeza — dije con firmeza.

— ¡¿Perder la cabeza?! — me preguntó austada.- Wow, si que están locos en este dormitorio — mencionó con una leve sonrisa.

— Señorita (_____). Tenga más respeto al señor Rosehearts. Él es el Housewarden del dormitorio Heartslabyul — dijo el director, tal vez tratando de enmendar y evitando que en su primer día fuese castigada.

— ¡¿Él?!—. gritó mientras me apuntaba con sorpresa.

— Regla 690, de la reina de corazones. No cuestiones a tus superiores. Si eso has de hacer, tú lengua con té ha de arder—. dije tratando de mantener mi cordura.

— ¿Porque me dices eso?—. me preguntó a la vez que arqueaba una de sus cejas.

El director solo se acercó a ella para susurrarle algo que no escuché.— Señorita (____), por favor... deténgase. Que el señor Rosehearts la va a reprender.

Cuando vi que este se alejó de ella, solo lancé mi pregunta ya que parecía que estaba retandome.

— ¿Hay algún problema, señorita descortés?— le pregunté ya molesto por su osadía.— yo soy Riddle Rosehearts, Housewarden del dormitorio Heartslabyul— me presenté y al terminar, golpé con autoridad mi cetro en el suelo.

— Es un gusto. Pequeño rey de corazones Riddle— se dirigió a mi mientras me extendía su mano esperando un apretón.

— Regla 468, de la reina de corazones. Nunca te dirijas a...

Inesperadamente, ella, colocó su dedo índice en mis labios para interrumpirme mientras le pedía al otro rompe reglas de Grim, que le pasará un cesto del cual sacó una caja blanca con un listón rojo que lo adornaba.

— Esto es para ti.— me entregó con una gran sonrisa, una caja blanca de mediano tamaño a la cual le quité el listón rojo que la ataba para abrir y ver su contenido.

— Es... es...— tartamude.—¿es lo que creo que es?— le pregunté para luego desviar mi mirada hacia el director.— ¿acaso no le mostró las reglas antes de traerla aquí?— me crucé de brazos.

— Oh, lo siento señor Rosehearts.

— ¿Que sucede con esta tarta?— preguntó extrañada.— Mira, es de cereza. Y está deliciosa— mencionó apuntando al betún blanco y a cada una de las cerezas que lo adornaban.

La chica solo camino hacia mi con la tarta, pero con torpeza, en uno de sus pasos para dirigirse a mi... ella tropezó y la tarta cayó sobre mi cabeza.
Estaba más que molesto, en mi presencia y en menos de 20 minutos habían roto frente a mi 6 reglas, de las cuales... solo 4 di a conocer.

— Señorita (___)—  le hablé con seriedad.

— ¿Sí?.

— ¡¡¡PERDERÁ LA CABEZA!!!.— grité a la vez que le colocaba el collar de castigo.

🌹♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️🌹

Desatando el corazón del tirano (Riddle x Lectora) 》Terminada《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora