Desatando el corazón del tirano (Riddle x Lectora) 》Terminada《

♥️⚠️Capítulo 44: Refrescame la memoria⚠️♥️

Narrador:

Alicey no paraba de amargar la realidad para Riddle, durante su travesía por el pueblo seguía insistiendo que el pobre no tenía a nadie que lo apoyara ni amistades reales. Y eso lo hacía lucir cada vez más vacío, inclusive los que conocían al chico de solo a simple vista dudaban en si realmente era aquel niño brillante que habían conocido. Realmente, las palabras amargas de Alicey le afectaban psicologicamente.

— Alicey... llevamos una hora viendo el aparador. ¿Vas a entrar?— preguntó a la vez que veía su mano ser sujetada por su "prometida".

— Por supuesto, debemos probar los postres para elegir uno para nuestra boda. Aunque... deberíamos ir a ver la pastelería de los Clover, ¿no lo crees?— le preguntó con cierto brillo en los ojos.

— Lo que digas— respondió forzado, ya que, ella mostraba una cosa pero su apretón decía otra.— solo que me estas lastimando, ¿podrías soltarme la mano?

Ella solo lo fulminó con la mirada, dándole por entendido que no aceptaría la petición de su amado forzado.

— Tu madre estará decepcionada de ti— lo chantajeo en un susurro que fue audible para el pobre pelirrojo.

— Vayamos a la pastelería Clover, si es que quieres lo mejor de lo mejor— le recomendó, pero lo que Alicey no sabía, era que Riddle tenía un as bajo su manga.— Pero lamentablemente, solo te veré probar los postres. Madre no le gusta que consuma azúcar.

— Ahg, bien. Aunque las cosas cambiarán cuando seamos marido y mujer, ¿entendiste?.— desmotivado y con la esperanza en el suelo, solo asintió, causando una enorme sonrisa por parte de la rubia.— bueno, amorcito. Vayamos a donde los Clover.

Aún sujetándolo de la mano, lo llevó a voluntad propia hasta aquel hermoso establecimiento que emanaba un fuerte y dulce aroma que agradable era para las narices de cualquiera y abriendo el apetito por su apetecible aspecto de los pasteles del aparador.

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Narra Riddle:

Cuando al fin ingresamos al establecimiento de los padres de Trey, lo comencé a buscar disimuladamente, mientras que la loca Alicey veía emocionada los postres. Estuve por rendirme hasta que por fin mi naipe vicepresidente apareció por la cortina que se encontraba detrás del mostrador.

— Oh, hola Ri...

Rápidamente le hice una seña por detrás de Alicey para que guardara silencio, cosa que claramente entendió. Y gracias a la reina de corazones, mi loca acompañante se centró en Trey y los postres.

— Señorita, pude ver lo que guste. Mis padres vendrán un momento para atenderla adecuadamente— dijo Trey dedicándole una amable sonrisa que me hizo sentir seguro, ya que sabía muy bien que él si me escucharía si le pedía que la alejase de mi.

— Bien. Solo que tengo un pedido muy pero muchísimo muy especial, ¿entiendes, mi dulce naipe?— dijo eso juntando sus manos a la vez que le mostraba una sonrisa forzada a Trey.

— Oh, entonces... pase a la oficina de ellos. Ahí podrá darle los detalles de lo que deseea— le dijo Trey a la vez que la guiaba hasta la puerta de la oficina.

Al entrar aquella loca al lugar, mi vicepresidente cerró la puerta pata luego dirigirse a mi, no sin antes llamar a sus padres para que fueran a atender a Alicey.
Ya libre de tareas pendientes, se acercó a mí para llevarme detrás de la puerta que se encontraba en el mostrador para así tener privacidad.

El ambiente era tan agradable como lo recordaba, ese dulce aroma, esa calidez que emanaba el lugar, esa amabilidad con la que Trey puede entender y ver... me sentía protegido.