Capítulo 3

14.2K 999 1.4K
                                    

Una vez Jungkook fue dejado solo en el cuarto de hotel, tomó su celular y empezó a timbrar a Jimin quien no tardó en contestar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez Jungkook fue dejado solo en el cuarto de hotel, tomó su celular y empezó a timbrar a Jimin quien no tardó en contestar.

¿Dónde estás? Ya son las diez de la mañana —habló el rubio por la línea.

—¡No vas a creer lo que haré!

Tengo miedo.

Pasó alrededor de veinte minutos mientras explicaba a detalle lo que pasó en la noche, lo que se habló y el trato que se hizo.

Suena muy bueno para ser real —dice Jimin—. Seguro es viejo.

—¡Es de mi edad y muy apuesto!

Entonces tiene fetiches raros, cuídate, no te confíes.

—Sí, no te preocupes, tengo mi gas pimienta por si acaso.

Ahora estoy celoso, ojalá hubiera ido yo en ese carro.

Jungkook termina de cambiarse, amarra su abrigo a la cintura para cubrirse un poco más.

—¿Puedes venir mañana en la tarde? Para darte un poco de dinero para que pagues el alquiler —habla mientras se ata el cabello.

Oh, sobre eso, no es necesario, ya lo pagué.

—¿Cómo? —pregunta Kook con sorpresa.

Ayer me fue bien, no tanto como a ti, pero pude alcanzar para pagar el alquiler. Es que... estuve pensando en lo que siempre me dices y ahora no estoy tan fondo de eso, hay personas que están peor y pensaba cambiar, salir de eso y ya.

Hablan unos minutos más, Jungkook siente una calidez en su pecho al oír a Jimin decir cosas que siempre deseó escuchar, parece todo tan irreal.

—Poco a poco, Jimin, no te pido más.

Sí, cómo sea, no quiero llorar, ¡Aquí el tema es que has ganado la lotería! ¡Anda y compra ropa!

Cortan la llamada minutos después. Jungkook cierra la puerta y sube al ascensor, el mismo botones de ayer está allí, le saluda con una sonrisa.

Cuando está en la planta baja, se dirige a la calle cargando el dinero que le dio Tae.

Por primera vez en su vida no se va a quedar con las ganas de comprar alguna prenda que llamara su atención que modelan en las tiendas de ropa cara y formal. Poco le importa las miradas de las personas, ¡Que se vayan al diablo! Está tan emocionado y bastante feliz.

Ve en una de las vitrinas de una tienda un maniquí vistiendo un pantalón de cuero con una chaqueta oscura con brillos que se ve bastante discreto a su descripción. No lo duda, entra a la tienda con una sonrisa saludando a las señoritas que están dentro, ellas se ven confundidas entre sí, incluso ríen sin vergüenza.

Chico Bonito | TaeKook/KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora