• 𝑶𝒄𝒆𝒂𝒏 • [VKOOK]

6

El pelirrojo caminaba por los pasillos del barco mirando como su gente se movía  a su alrededor. En unos minutos más, cuando el atardecer al fin caiga, el Belleza Atigrada se llenará de música y baile, la mesa estará llena de manjares genuinos y la bodega de ron será abierta por primera vez en aquel viaje. Claro que el mayor estaba feliz, el acercamiento a la muerte puede poner deprimidos o pensativos a muchas personas, pero Taehyung no era de aquellos pesimista, de hecho, se sentía más vivo que nunca.

—¡Capitán!—la chica que estaba en la popa con otros tripulantes había llamado su atención. Lisa se encontraba con las manos ocupadas de tantas raciones de verduras y frutas, no tenía manos suficientes para poder cargar lo que tenía entre manos—. Capitán, ¿Podría ayudarnos?

—Claro, espere-...—estaba caminando en dirección a sus tripulantes cuando una libreta cayó justo frente a él, incluso rozando la punta de su nariz, aquello lo había descolocado un poco pero al ver aquel objeto y al notar que no se trataba de excremento de gaviota o algo típico se extrañó. recogió aquella libreta tan maltrecha, era de tapa dura pero estaba arrugada, como si hubiese estado mucho tiempo en el agua y el cartón se hubiese encrespado, las hojas eran amarillas y estaban algo pegoteadas.

—¡No andes de entrometido, Fenómeno!—esa voz lo hizo sobresaltarse un poco, reconocería ese timbre de voz en cualquier lado. miró hacia arriba y la cabeza del menor se encontraba asomándose por la cofa, inevitablemente una sonrisa suave apareció en los labios del pelirrojo.

Agitó la libreta en el aire delicadamente—¿Es tu diario, cola de algodón?—preguntó burlón, a lo que Jungkook no respondió, solamente lo miró con algo de preocupación y enojo, parecía que en cualquier momento se tiraría a buscarlo.

Y la verdad Jungkook estaba considerando hacerlo, pues aquella libreta era lo segundo más importante para seguir en el barco. Jungkook no mentía cuando dijo que aquel atraco era el plan que había estudiado toda su vida, podría parecer que el pelinegro no había tocado un libro en su vida, pero cuando se trataba de aquella fábula sobre dije Jungkook no soltaba un libro sin que este le diese respuestas, había anotado cada cosa que le parecía relevante para el viaje y de qué cosas había que tener cuidado, prácticamente aquella libreta era lo que complementaba el escondido mapa, así que si Taehyung, quien esperaba la oportunidad de conseguir aquello que Jungkook había anhelado todo este tiempo, tenía esa libreta, pues su estadía sería algo corta.

—Si no me la dejas en el suelo, voy a bajar a quitártela—Amenazó molesto. Taehyung rio con un tono burlesco y algo desafiante.

—¿Por qué tan amenazante? ¿Qué tiene este diario que no quieres que vea?

—¡Sólo piensa que la forma más rápida de ir a quitarte esa maldita libreta ahora sería volver a hacerte mierda las velas!—Taehyung quien estaba a punto de abrir la dichosa libreta y se detuvo, haciendo que su expresión poco a poco se calmara, volvió a alzar su mirada para encontrarse con la de su menor.

—No lo harías.

—¿Quieres apostar?—aquel silencio por parte de ambos se había creado porque Taehyung estaba dudando de que sus velas de verdad valieran la pena, eran ellas o los secretos del capitán menor...de verdad el leer aquello que escribía y lo que creía el de orbes amarillo sus  pensamientos más íntimos era algo muy tentador.

Pero no logró hacer nada. Sin darse cuenta aquella libreta que se encontraba en su mano ya no estaba, alguien se la había arrebatado y no de la manera más amable—. Dame eso—el chico de la pañoleta guardó aquella libreta en su bolsillo, sin dejar de mirar a su contrario.

La incredulidad en el rostro del pelirrojo era notable ¿Cómo se atrevía siquiera a quitarle algo de las manos?—¡Jimin, ven aquí! ¡No pierdas tiempo con ese idiota!— Taehyung no se había girado a ver a su menor, su felina mirada se encontraba fija en Jimin, ambos mayores se miraban con rudeza. No fue hasta que Jimin empezó a moverse para poder subir aquellas escaleras, después de todo su menor lo necesitaba.