DESÉAME

2.3K 162 9
                                    

Shaun había acaparado toda tu atención y esto no pasó desapercibido por Jack, no importaba las veces que él te lanzaba palabras que podrían endulzar fácilmente tu corazón, siempre preferias salir con tu amigo a que estar a su lado.

Esto está mal. ESTO ESTABA MAL.

Su pecho sentía una presión que se hundía en lo profundo, una especie de rabia y desesperación que intentaba salir de su ser.

¿Qué era lo que estaba mal?¿Era él? No. No podía ser él, se suponía que está ahí porque lo necesitas pero ahora simplemente parecía que no lo necesitabas. Esto debía ser un error.

Su cuerpo empezó a sentirse débil y mareado, vió sus manos, estaba desapareciendo.

– ¡..nononoNONONononoNo!

Todo era un malentendido, estabas tan cansada que no era capaz de ver el daño que le causabas. Sí, todo era culpa de ese imbécil. Ese hombre solo venía a estropear tu ingenua cabeza, iba a causarte daño, como ese chico con quién salías antes. Nadie te merecía, nadie sabía cómo cuidarte, solo él. Solamente él sabía cómo eras y todo lo que querías. Él podría entregarte el mundo entero sin la necesidad de salir de su pequeño nido de amor.

Tu estado emocional estaba en decadencia, deseaba tanto mimarte entre sus brazos mientras te decía lo maravillosa que eras, oír tu voz deseándolo mientras te follaba. Más había un detalle.

Lo negó.

Negó su contacto pero no su presencia. Aún lo necesitabas. Tenía una pequeña oportunidad que no podía desperdiciar.

Al parecer, te habías peleado con Shaun, por supuesto, lo buscaste ¿Con quién más irías de todos modos? No tenías a nadie.

No estaba enojado contigo, sabía que no era tu culpa pero fue tan irresponsable de tu parte olvidarte de quien estuvo a tu lado apoyándote y consolandote. Estaba decepcionado de ti. Tenías que aprender que tus acciones tienen consecuencias.

– Jack, por favor. Te necesito, aparece, por favor ¡Por favor!

Le dolía verte en llanto, aferrándose a tus piernas tratando de encontrar consuelo. Si, está es la razón por la cual estaba ahí. Fue suficiente cuando te abrazo por detrás, un contacto tan sólido y fuerte que aseguraba la existencia de ambos.

– Estoy aquí, sunshine.

Tus manos estaban heladas cuando las beso, al parecer tenía que entrar en calor para que su linda estrellita no pasará más frío.

Quizás podría jugar un poco contigo por haberlo preocupado tanto, después de todo, lo deseabas demasiado.

DESÉAME || SDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora