El Cantar de Hadoroe

🦋Cosmogonía Brida: 2🐍

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♪•Albura y la Ciudad de los valientes•♪

     ¹ El Nuon de la creación iba de la mano junto al rey de Oro, Señor de todos los Oroes, quienes representan los que alguna vez fueron conocidos cómo dioses, santos o incluso altos miembros de la corte divina, siendo bautizados así por él Rey de ahora en adelante, haciendo alusión a sí mismo, ya que su presencia es superior a todas las deidades existentes, en situaciones es temido por su carácter y posición sobre los cielos, tanto en el temor en su poder cómo en su autoridad.

     ² Le'Olamaloel, Rey de todos los Oroes, más que por importancia, este era inferior al Nuon del fuego y la creación, por su estatura, quién Luxathan sería un coloso cuyo tamaño en la tierra alcanzaría las estrellas en el cielo, y cuyo movimiento del cabello sacude un tercio de las mismas; puede abarcar todo aquello que se le interponga en su mirada; tan incomprensible es, qué se piensa que con ambos brazos puede rodear a la tierra cómo a una mujer de su mismo tamaño.

     ³ Escoltados por caravanas de aures hacia los muros del Alba, Los hombres de fuego cantaban para el agrado de su Nuon, ofreciendo todo aquello que una ciudad en los cielos pudiera ofrecer, desde obras de arte, espectáculos de llamas, Danzas y canciones, pero estas últimas no dejaban satisfecho a Luxathan, puesto que la voz en la lejanía cantaba más hermoso en comparación a todos los aures reinantes en el cielo. A medida que estos se acercaban al fundamento, se dejaba de escuchar el eco de aquel encanto de niveles bíblicos.

     ⁴ Por siempre, Luxathan tendrá la idea de qué su obra sería tan solo mugre entre los dedos; pues aquella idea cantada era algo que no moriría jamás, así cómo los Nuones principales —Incluyéndolo— que son sinónimos de eternidad sin principio ni fin.

     ³ Albura estaba en todo su esplendor frente a los seres de fuego e Intangibles, rodeada por una muralla infinita que no dejaría pasar a quién no sería considerado en la tierra de los valientes; fuera de dichas murallas te esperaría el frío intenso, sinónimo de ausencia. A medida te acerques al miro, te irás acercando al calor cómo una manta que te cubre al dormir, Luxathan ya estaba en el reino de la libertad.

     ⁴ «Abran las puertas». Dijo el Aure cortesano Larael a los vigías de la puerta, el héroe Rabar obedeció a la petición del aure y las puertas se abrieron a merced del Rey y de su caravana dejando ver un resplandor puro y blanco cómo lo indica su nombre.

     ⁵ La luz Resplandeciente era comparable con el brillo del sol, a la hora de acostumbrar tu vista a tanto fulgor, dentro de la muralla serías capaz de ver caminos ardientes de oro rosado, edificios de oro blanco, tierra arenosa de piedras blancas, y un cielo de nubes sobre el cielo de nubes, y un Sol de dónde emerge el resplandor en el qué nunca es de noche y no existe sombra ante su presencia. El cielo ardiente, solo existe el Fuego y el Viento, de donde se forma el espíritu sin carne.

     ⁶ Los Aures son capaces de fulminar la tierra y secar todo rastro de agua. Por lo general la ciudad es callada y tranquila, a escepcion del coliseo Sazas y sus dominios, pero por honrar a Luxathan, en todos los rincones le esperaría una celebración con los ejercicios y ejércitos de ejércitos y legiones, entre cortesanos, soldados, guardianes, sabios, archaures, héroes y Fundadores. Para la hora de celebrar al hijo de Aquél que permite.

     ⁷ Luxathan alteró su estatura, siendo apropiado para caminar en las calles de la ciudad, los hombres de fuego rompían el voto de silencio, Las calles se veían tan blancas como el invierno, en la tierra no existía ni una sola bestia ni un solo árbol ni una sola gota de agua. Luxathan fué guiado por los sirvientes de rey hasta el domo dorado; Palacio de estructura oval nunca antes vista, hecha del mismísimo oro puro y amarillo y reluciente como el Rey, representando así su alta jerarquía en el cielo cómo el principal fundador.