ᴀɴᴛɪ-ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ ✧ʏᴇᴏɴʙɪɴ✧ [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ]

❛❛001: Los defectos de estar enamorado❜❜.

¿Qué tan malo puede ser enamorarse?

Aunque siempre veamos las contradicciones en la pregunta,
finalmente todo puede depender de su tipo de trasfondo, bien sea por lo mucho que lo (a) ames, o el mal que pueda implicar esto en tu vida. Otra veces, nos detenemos a observar los contratiempos que surgen al enamorarse, los mismos que impiden y vuelven más complejo el atarse gratamente a alguien.

Choi SooBin, no lo veía tanto así, para él los dichosos altos y bajos de una relación se mantenían constantes, tener que lidiar con ellos formaba parte de su día a día. Lo había hecho una, otra y otra vez, y al
final, su éxito por llamar la atención del chico que tanto le gustaba desde
hace más de un año, era totalmente nulo, inexistente.

Cada maniobra que realizaba volvía a llevarlo justo al lugar en donde
empezaba: Los fríos y crueles rechazos del gran amor de su vida.

Choi YeonJun

Era gracioso saber que después de tanto tiempo, su nombre continuaba
sonando bonito en su mente, siendo tan perfecto e inalcanzable que,
SooBin no podía evitar sentirse extremadamente patético al respecto.

¿Siempre había sido tan complicado estar enamorado?

Bueno, a decir verdad, esta era la primera vez que le pasaba. Choi SooBin nunca, en su vida, había caído tan perdidamente por alguien, y tampoco imaginaba llegar a hacerlo; en lo que a él concierne, su físico,
comportamiento, y clase social de pertenencia, lo convertía, indudablemente en uno de los mejores objetivos de todos aquellos Alfas que lo merodeaban.

El tipo ideal de todos.

Pero no para YeonJun, y eso, eso sí que le frustraba.

¿Qué clase de brujería debía realizar para que el chico, tan siquiera, lo mirará?

Tampoco es como si estuviera considerando hacerlo, puesto que no se hallaba en los ejemplos inculcados por sus padres. Además, SooBin anhelaba que, al conseguirlo, su amor fuera plenamente correspondido por su adversario, y no un simple amarre de alguien.

Eso no era sano.

Aún sí en el momento, sólo se lamentaba.
Y es que, a parte de él, ¡YeonJun todo el tiempo era tan amable con todos!
Sonreía, se divertía e incluso, pasaba tardes alocadas con cada uno de sus amigos; también tenía algunas amigas Omegas, Betas y Alfas, y era conocido ante la gran mayoría por ser todo un casanova, pero eso no venía al caso. El punto aquí es que la actitud que mostraba con él y con
los demás, no era muy lógica.

¿Acaso, su amor platónico lo detestaba?

El pequeño SooBin no quería ni pensar en esa alternativa, y al hacerlo
provocaba que su corazón doliera.

¿Era eso? ¿YeonJun lo odiaba? ¿El amor de su vida lo odiaba?

No podía. ¿Por qué habría de hacerlo?

Francamente, él no había hecho nada para que así fuera. Era lindo, tenía un buen cuerpo, le encantaba animar a los demás y apoyarlos para verlos cumplir sus metas; era amable, agradable, amaba la naturaleza, le gustaba mucho hacer deporte y estaba en contra del maltrato animal. No podía haber, siquiera, alguien en la faz de la tierra capaz de odiarlo.