Sanando Heridas - Segundo Acto

2.4K 63 29
                                    


 Después de la ceremonia, se continuó con una íntima recepción para celebrar a los recién casados. En una de las mesas, preparadas para el evento, se encontraba Sara acompañada de su hija, su mamá y sus hermanas. Todas reían, charlaban, y disfrutaban de la celebración del matrimonio de Juan David y Muriel. De repente, Sara sintió como su celular, que estaba dentro de su cartera y arriba de la mesa, vibró. Sara sacó su teléfono móvil y vio que había recibido un mensaje de texto de su marido, ella lo leyó, le respondió y prosiguió a entablar una pequeña conversación en mensajes de texto:

-Franco Reyes: Me encanta cuando te ríes así 😍 ¿Qué tanto hablan? Me dijiste que regresabas enseguida y han pasado más de 15 minutos. ¿No quieres seguir bailando?

-Sara❤: Jajajaja. ¿Me estás mirando? ¿Por dónde estás?

-Franco Reyes: Con Andres y los sobrinos... Pero desde donde estoy te veo perfectamente 😉 Está usted hecha toda una diosa con ese vestido azul 🔥🔥

Sara se entretuvo, divertida con su teléfono en la mano y estaba a punto de responder el mensaje de su marido, pero primero alzó la mirada y empezó a buscar por todo su alrededor para ver si lograba localizar en donde se encontraba su esposo. Luego de buscar, por un corto tiempo, logró verlo en una de las mesas más alejadas. Allí estaban los mellizos, Andrés, Sibila y la amiga de León. Todos parecían estar pasando un rato agradable, pero Franco tenía el celular en la mano con la mirada ubicada en la pantalla.

-Sara❤: Gracias, amor mío. Tú tampoco te quedas atrás. No te ves nada mal, hasta parece que saliste de la portada de una revista. Por aquí han preguntado que si no te vas a quitar las gafas de sol.

-Franco Reyes: Jajajajajaja😂 Claro que no. Han sido mi mejor herramienta todo el día. Me han permitido disfrutar de tu escote 😈 sin que nadie se de cuenta ni me juzgue 😇😎

Cuando terminó de leer ese último mensaje de texto, Sara no pudo contener la sonrisa que se le formaba en la cara. Subió la mirada para ver hacia la dirección en donde se encontraba Franco, este ya la estaba mirando con una sonrisa igual a la de ella, incluso con las gafas de sol, él le alzó las cejas un par de veces de forma pícara. La sonrisa de ella creció aún más. Sara volvió a escribir en su celular.

-Sara❤: Tienes que saber que este vestido me lo puse para ti, ¿No? Puedes mirar todo lo que quieras. 🤭

-Franco Reyes: Acompáñame a dar una vuelta. 👀

-Sara❤: Jajajaja ¿Ahora? ¿A dónde quieres ir?

-Franco Reyes: No sé, un lugar en donde podamos estar a solas. 😏

Sara volvió a mirar en dirección a donde se encontraba su marido, él ya estaba de pie y mirando hacia donde ella estaba. Franco la llamó con una mano, haciéndole señas discretas para que fuera con él. Su hijo y sus sobrinos estaban riendo muy divertidos y no le estaban prestando atención a nada que no fuese los tragos que tenían enfrente y a la música que sonaba en toda la fiesta. Franco notó a su esposa bajar la mirada y una vez más empezar a escribir en su dispositivo electrónico.

-Sara❤: Listo, entonces ve tú primero y yo te sigo.

Franco subió la mirada tras tenerla en la pantalla del celular, asintió con su cabeza para que su esposa lo viera. Antes de empezar a caminar, este notó que su esposa agarró la flauta, llena de champán, que estaba en la mesa frente a ella y de un solo sorbo se tomó todo el líquido que había allí dentro. Gaby, sus hermanas, y hasta doña Gabriela estaban distraídas en otras cosas y no le estaban prestando atención a Sara. Perfecto, pensó Franco mientras caminaba en dirección a la casa principal.

Sanando HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora