blended family

sixteen

louis no era un gran fanático de mostrar su cuerpo.

le daba cierto grado de inseguridad, esto debido a que no siente que se vea igual después de tener a sus dos cachorros.

es un omega de treinta y cinco años, tiene un empleo demandante y un horario apretado como para tener tiempo de cuidarse como lo hacía cuando tenía veinte años.

su dieta se basaba de pastas, comida rápida y su comida casera que no era exactamente saludable.

su alimentación y el hecho de que solo practicaba yoga dos veces a la semana lo mantenía saludable, pero no con el cuerpo que desea, sus caderas eran anchas y sus muslos gruesos, su cintura ya no es tan pequeña como solía serlo, ahora simplemente era un pequeño relieve y después estaba esa pequeña barriga que tenía.

el omega reconoce que es naturalmente delgado, pero aún así considera que podría esforzarse más por tener un estado de salud mejor en lugar de solo conformarse con no tener una barriga enorme.

aun así, louis intenta no sentirse acomplejado sobre su cuerpo o pensar que su atractivo murió después de cumplir los treinta años.

tuvo a su pequeño nate a los diecinueve años, fue un embarazo que lo sorprendió a él y a jake, el alfa trabajaba muchas horas, eran jóvenes adultos que empezaban su vida de casados y después de un celo juntos dio como resultado el pequeño maní en su vientre.

a los veintitrés años se embarazo de nuevo, teniendo un poco de más estabilidad económica... aun así había ciertos problemas, pequeñas discusiones que durante su embarazo empezaron a desarrollarse hasta llegar a agresiones entre alfa y omega.

el punto es que louis era joven y amaba a sus cachorros, pero realmente nunca se sintió preparado para ver cómo su cuerpo cambiaba de esa forma.

tenía estrías y una cicatriz por su cesárea.

ahora se sentía ridículo con ese baby doll, el conjunto era suave contra su piel y bastante adorable, pero el omega estaba preocupado de que harry pudiese ver sus muslos gruesos, su abdomen imperfecto y los lunares en su espalda.

salto en su lugar al escuchar los débiles golpes en la puerta.

corrió al baño de su habitación y se cambió a su pijama rápidamente.

al salir de esta encontró a alex.

—¿sucede algo, cariño? —louis acarició su cabello. —es tarde y mañana viajarán temprano con su padre.

alex se veía nervioso y sus ojitos se veían rojos.

louis lo vio preocupado y lo abrazó suavemente.

—no quiero que las cosas salgan mal... —el alfa sollozó.

—¿por que habrían de salir mal, amor? —louis acarició su cabello y lo lleno de su dulce olor a frambuesas.

alex sollozó bajito.

—n-no lo sé, solo siento esta presión en mi pecho y esa voz en mi cabeza diciendo que algo mala sucederá. —alex se refugio en los brazos de su madre.

louis dejó un besito en su cabeza y acarició el lóbulo orejas del pequeño alfa.

—no sucederá nada malo, bebé... —susurró louis. —y si llega a pasar algo malo, no importa donde estes o que esté pasando, yo iré hasta donde estes tú y te protegeré de todo.

alex vio a los ojos a su madre y asintió volviendo a acurrucarse en los brazos de su madre.

—te quiero mucho, mami. —susurró alex.

—yo también, bebé. —louis sonrió.

después de unos minutos su hijo logró calmarse y se dirigió hacia su habitación para poder descansar.

sus dos pequeños se irían el día de mañana con su padre hacia nueva york, pasarían sus semanas libres con el alfa y louis estaba aterrado.

estaba aterrado de dejar ir solos a sus bebés con su padre, pero necesitaba saber que jake podría tener una relación estable con sus hijos.

los cuatro lo necesitaban.

jake necesitaba a sus hijos y sus hijos a él.

y louis necesitaba que sus hijos estuvieran bien.

solo le rogaba a dios que todo saliera bien.

🧺🧺🧺

16/20