Dr. Stone no me pertenece es propiedad de Inagaki y Boichi, yo sólo tomo a los personajes para fines de esta historia.
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Senku se preguntó silenciosamente y con fastidio ¿Qué demonios hacían todos ellos en su casa? Fue casi ofensivo el nivel de confianza con el que Gen y Ryusui revoloteaban en el departamento y peor aún, que ordenaran comida con la clara intención de quedarse a cenar. Ukyo sin embargo parecía un poco cohibido y avergonzado por la actitud del murciélago y el Mimado, ya que de los tres, Saionji era el único con un sentido común y respeto por el espacio personal y la privacidad.
Llegado un punto, Senku se retiró a su habitación sin que nadie objetara al respecto. Y aunque Kohaku no logró comprender del todo esa actitud en Ishigami al menos lo justificó sabiendo que mucho tenía que ver con Gen y el otro chico a quien ella ahora conocía como Ryusui ¡Un Nanami! ¿Quién iba a decirlo? El conglomerado Nanami era una de las potencias comerciales de Japón y ese despreocupado chico que estaba sentado junto a ella en la mesa era uno de los herederos.
Kohaku no era nadie para juzgar, sin embargo el chico Nanami parecía demasiado absuelto de su mundo, como si no perteneciera a éste.
— ¿Tienes planes para el próximo Sábado Kohaku? —curioseó Ryusui, centrando toda su atención en ella mientras se llevaba la lata de refresco a la boca para tomar un sorbo—. El festival de Tanabata en la ciudad será en una semana ¿Vas a ir? ¿Quieres venir con nosotros?
Kohaku casi escupió su comida. ¡¿Nanami acaso estaba invitándola a salir?!
No, de hecho estaba haciéndole una invitación para que los acompañara a todos. Era absurdo, apenas se habían conocido ¿Qué? Hacía un par de horas.
—¿Por qué?
—¿Tiene que haber una razón para que invite a una chica hermosa al Festival? —No hubo segundas intenciones en el tono de voz de Ryusui, él jamás caería tan bajo para utilizar algo como lo que Kohaku estaba insinuando—. Además estamos seguros que te servirá de distracción ya que seguramente el Bribón de Ishigami no tendrá compasión contigo.
Ryusui tenía un buen punto, Senku sería inflexible con sus métodos de aprendizaje y con las sesiones de estudio. Aunque ella admitió que esa determinación en él le gustó y le pareció incluso admirable de cierta manera ya que muy pocos, a excepción de Chrome, tenían esa iniciativa y aparente amor por el conocimiento.
Esperen...
Negó con avidez ¿En qué demonios estaba pensando? Ishigami era un dolor en el trasero. Era inteligente sí, pero a veces arrogante e infantil... incluso testarudo y molesto.
—¿Vendrás? o ¿Tienes planes ya? —insistió de nuevo Ryusui.
¿Planes? Por supuesto que no tenía, al menos no con la suspensión de sus entrenamientos por parte de Kokuyo; además Ruri no estaba en casa muy seguido debido a los trabajos de la universidad y el trabajo a medio tiempo que recién consiguió.
—No tengo planes. —Vio de soslayo la socarrona sonrisa de Gen, el murciélago evidentemente estaba planeando algo.
Y la sola idea le perturbó, Asagiri Gen era un sujeto de armas tomar y un embaucador de primera.
—No pierdas el tiempo Ryusui-chan, estoy seguro que Senku-chan no dejará que Kohaku-chan vaya a ninguna parte... Es más, ni siquiera la dejará pensar en otra cosa que no sea la montaña de libros que le tiene preparado para estudiar —le dijo él , haciendo burla de la situación de la chica—. Quizá debiste pensarlo mejor antes de aceptarlo como Tutor. —esta vez se dirigió a Kohaku con una mirada burlona.
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La Paradoja del afecto involuntario.
Fanfiction"Las relaciones son molestas, innecesarias e ilógicas", algo que Senku confirmó en carne propia dos años atrás. Sin embargo también lo son las constantes confesiones que él ha tenido que rechazar y lo último que espera es la de la chica que le salvó...