Capitulo 3.

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18.07hs

-Lindo vestido.-Dijo él cuando me senté en la mesa de siempre-No te vi ayer, rubia.-Dijo mientras yo abría mi computadora.

-Soy castaña clara, yo tampoco te vi-Lo miré. El característico ramo de rosas rojas se encontraba sobre la mesa, bebió un sorbo de su café doble, cosa que me sorprendió ya que siempre lo pedía para llevar.

-Como cada día, a las 18hs, estaba aquí-Sonrió.

Ahí caí en la cuenta de la que había estado a deshora era yo, ya que siempre nos veíamos de las seis en adelante y ayer había llegado una hora antes. No respondí, me concentré en la computadora, él soltó una carcajada mientras la vergüenza dentro de mí iba en aumento.

-¿Piensas seguir haciendo como si no estuviera o vas a responderme?-Preguntó, por su tono supe que la situación le causaba gracia.

-La verdad es que no tengo nada que responder.

-¿ayer viniste?-Preguntó, asentí.

-Si, pero como salía antes de clases vine una hora antes.-Hice una mueca. Sonrió.

-No pasa nada-Dijo despreocupado.

Mordí mi labio para evitar soltar la pregunta que hace días me torturaba, ¿Para quien eran las flores?

Él miró la hora y amplió sus ojos, se paro rápido y se abrigó.

-Debo irme, llego tarde-Dijo. Sacó un par de billetes de su bolsillo, los tiró arriba de la mesa, me guiño un ojo.-Adiós Rubia-Dijo sonriendo, agarro las flores y se fue.

Reí. Este chico en realidad me agradaba.

A partir de ahora tendría una cita con el Starbucks a las 18hs cada día.



El chico de las flores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora