Estaré siempre para ti

Luna - Theo

Después de cuatro días, leyendo libros y seleccionando información, al fin habían terminado, tenían todos los datos que necesitaban para replantear y mejorar su plan, ahora solo les quedaba discutir y arreglar todos los detallas mañana, porque ya era demasiado tarde, y llevaban esos últimos días sin descansar demasiado.

Luna estaba en el descanso de las escaleras, eso era Hogwarts, parecía que buscaba algo o a alguien, y al ver a Theo una sonrisa se formó en sus labios, comenzó a bajar... pero de repente alguien la agarra...

Una silueta oscura la sujetaba y tiraba de su brazo derecho, mientras ella forcejeaba para liberarse y estiraba su otro brazo tratando a alcanzar a Theo. Él comenzó a correr intentando alcanzarla, pero la silueta la alejaba de él... escuchaba como ella lo llamaba y eso lo impulsaba a seguir, él gritó su nombre.

La silueta la tomó de la cintura, la abofeteó y luego la durmió con su varita, se la echó al hombro y siguió andando. Theo gritaba y seguía tratando de alcanzarla, pero cada vez se alejaba más, lanzaba hechizos, pero ninguno funcionaba... y de repente el camino comenzó a tornarse rojo...

―Theo, Theo... es una pesadilla ―escuchó la dulce voz de Luna y sintió que le acariciaba la mejilla. Estaba agitado y sentía que sudaba, abrió los ojos y allí estaba, su rubia, iluminada por las primeras luces del amanecer, tratando de sonreír, pero se la notaba preocupada― ¿Estas bien?

―Sí, solo fue una pesadilla... perdona te desperté ―dijo mientras dibujaba una sonrisa en su rostro y la acercaba más a su cuerpo abrazándola.

―Sabes que si quieres puedes contarme.

―Shhhh... no hace falta, solo duerme, necesitas descansar ―dejo un beso en la frente de Luna, cerró sus ojos y trató de tranquilizarse, sentirla cerca suyo lo ayudaba mucho.

Pensó en su sueño... no era la primea vez que lo tenía, las escenas giraban en su cabeza, y él solo siguió abrazando a Luna, quería asegurarse que solo era un sueño y que ella seguía allí a su lado. No supo en qué momento se durmió, pero despertó algo sobresaltado al escuchar un extraño sonido, antes de abrir sus ojos ya sabía que Luna no estaba a su lado, miró a su alrededor y no la vio en la habitación, pero tampoco había nada raro... de vuelta ese sonido. Supo que era antes de girarse a ver la puerta del baño, que estaba entreabierta... bajo de la cama y se acercó.

―Luna ¿estás bien? ―al abrir la puerta se encontró con su rubia, algo pálida, acercándose al lavado a enjuagarse la boca, una vez hecho esto, miró a Theo, esbozó una sonrisa y se llevó las manos al vientre.

―Si amor... este niño me tiene a mal traer, ¡mira que despertarme así! ―Theo se acercó, dejo un rápido beso en sus labios y se agacho quedando a la altura del vientre de Luna, donde también dejo un beso y susurró.

―Hola pequeño... a ver si tratas mejor a mamá ―soltó una risita y volvió a besar el vientre de la rubia, provocando que esta riera― amor, ¿en verdad estas bien? Estas muy pálida ―rápidamente se puso de pie y comenzó a examinarle el rostro...

―Theo estoy bien... solo algo cansada, nada más ―trató de escaparse de él, pero la sujeto por la cintura y volvió a girarla hacia él.

―A la cama ahora ―dijo mirándola serio― voy a buscarte algo para que desayunes, te quedas aquí y descansas ―en un principio Luna lo miró seria, pero al instante su expresión cambio, y solo asintió, la preocupación en los ojos de Theo era más que evidente, además en verdad se sentía mal, por lo que la chica no quiso discutir con él y volvió a la cama.

Theo salió de la habitación, y en el comedor se encontró con los demás, quienes al parecer estaban muy ansiosos por comenzar a hablar del plan y toda la información que habían encontrado. La elfina caminaba alrededor de la mesa dejando platos.