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Ya era de noche...bueno, tarde.

Mi abuela me había dicho que iba a ir a buscar a los Gúzman junto a Mariano para la cena de esta noche.

Puse la mesa junto a toda mi familia, luego me senté en la mesa alado de Mariano y...La niña rara.

Por alguna razón no paraba de mirar a mi prima, la miré raro y así continúe hasta que recorde que me tenía que ver perfecta, era un tanto complicado aveces, en especial cuando estaba cerca de Mirabel.

Alguien perfecta no puede enojarse.

Mariano pasó al frente mío el aguacate y le ofreció a mi hermana, quien, lo movió hacía un lado sin darle importancia y siguió viendo a Dolores.

Mariano me miró confuso, así que agarré el agua con una sonrisa y le ofrecí a Mirabel.

Estaba tan poco interesa en lo que quería ella que se la di y me di vuelta de nuevo.

Luego noté como mi primo le susurraba a mi tío algo, y este ultimo escupió todo el agua sobre Mariano y me llegó un poco a mi.

Todos quedamos confundidos por esa reacción, y mas que nada, los Guzmán quienes tenían una cara de disgusto.

Mi tío se aclaró la garganta.

–¿Mirabel?– Preguntó mi abuela, lo que hizo que la mirará hacía un costado mío –La crema...por favor–

Miré a mi hermana con desprecio claro, mientras que los Guzmán no me miraran,

Cuando me dio la crema para dársela a mi abuela me giré y apenas hice contacto con Mariano sonreí de nuevo.

Era una sonrisa calidad.

Sin darme cuenta una nube apareció arriba de la mesa, obviamente era mi tía, pero eso significaba que había pasado algo.

Cuando la ví de reojo, mi tío estaba susurrando algo a su oído, y por mas palabras que decía, la nube se hacía aún más grande.

 –Pepa la nube– dijo mi abuela entre dientes intentando de disimular.

Algo estaba pasando...ya que después ví como la tía Pepa le susurraba a mi mamá algo.

Era como si estaba pasando de familiar en familiar.

Lo extraño era que todos miraban a mi hermana.

Otra vez con lo mismo...bueno, simplemente no le tenía que poner atención y todo iba a salir bien.

Le regale una sonrisa amorosa a Mariano, quien de un momento al otro exclamó un nombre que la verdad no quería oír.

–Mirabel– preguntó con un tono procupado.

A lo que mi hermana...que al parecer estaba abajo de la mesa...? 

Definitivamente estaba loca.

Sentí como se golpeo en la cabeza cuando Mariano dijo su nombre, lo que me seco una pequeña risa aún que la disimule.

¿Me reí...por el dolor de mi propia hermana? 

Ok...debo admitirlo, eso es nuevo...

–Está todo en orden?– continúo.

Al parecer Mirabel estaba muy nerviosa y la miré con una cara de aún mas confusión y arqueando una ceja.

–Eh...– tartamudeo nerviosa.

Cuando de repente, mi papá tomo la palabra, diciendo que simplemente estaba emocionada por mi propuesta de matrimonio.

¿Ok? definitivamente hay algo que nadie me está contando...

𝖴𝗇 𝖤𝗌𝗍𝗈𝗋𝖻𝗈 (𝘐𝘴𝘢𝘣𝘦𝘭𝘢 𝘝𝘪𝘭𝘭𝘢𝘪𝘯 𝘈𝘜)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora