𝖴𝗇 𝖤𝗌𝗍𝗈𝗋𝖻𝗈 (𝘐𝘴𝘢𝘣𝘦𝘭𝘢 𝘝𝘪𝘭𝘭𝘢𝘪𝘯 𝘈𝘜)

Eᴘɪ́ʟᴏɢᴏ

POV: Narrador

Después que la casa madrigal se cayera y todos quedaran paralizados por la noticia que la más pequeña de la familia se había ido para siempre. Isabela se apartó un poco de la situación, pero desde las sombras, había alguien que siempre había traído "mala suerte" y "desgracias" a la familia, Bruno.

—Mirabel murió...— se dijo a el mismo mientras observaba a sus familiares sufriendo por la perdida —Y todo fue por mi culpa— continúo con los ojos llorosos.

—Si yo no le hubiera dado esa visión... si tan solo me hubiera ido del Encanto hace 10 años... talvez seguiría con vida, talvez seguirían con magia— sollozó mientras se seguía culpando por todas las cosas malas que le pasaban a la familia. 

—Tu no merecías morir Mirabu— suspiró para luego tomar su cubeta y sus ratas, 6 para ser exactos.

Las ratas acariciaban lentamente el pelo del mayor, intentando de consolarlo —Gracias chicos... pero será mejor que me vaya de una vez— 

Algunas ratas se quedaron en el balde, y otras se colocaron en el hombro de Bruno, para luego empezar a caminar en dirección a la selva.

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Una semana después

Todo el pueblo estaba de luto, extrañaban la presencia de la Madrigal. Por otro lado, toda la familia madrigal estaba peor. Claro, los habitantes del pueblo les ayudaron a construir una nueva casa, no tan grande como la otra, o mágica, pero era una casa cómoda.

Todos seguían tristes por la perdida de Mirabel y Isabela, y, aún que esta última no haya muerto, no se sabía nada de ella, no desde su partida lejos del Encanto.

Rápidamente la situación del pueblo empeoro sin los dones, nadie se había molestado en estudiar medicina porque tenían la comida de Julieta que era mas efectiva. Ya no podían regar las plantas cuando quisieran, aún que no fue tanto un problema, ya que el clima de la zona era bastante húmedo. Si los burros se escapaban no era tan fácil devolverlos al establo, de hecho, con el tiempo se fueron perdiendo algunos por no poder localizarlos sin nadie que los escuchara o que pueda hablar con ellos.

Las enfermedades atacaron rápidamente, y varias de las personas que tenían una vida ahí empezaron a irse.

Por otro lado, otras personas empezaron a llegar, con otros oficios...así que aún era sustentable la vida ahí.

Además de la perdida de dones y magia, también todos estaban destruidos emocionalmente. Ya nadie lograba sonreír como antes, ya nada era igual...

La parte mas afectada de la familia era Julieta, Agustín y Luisa, habían perdido dos hijas/dos hermanas (respectivamente) en un día.

Luisa se seguía culpando por el fallecimiento de Mirabel, aún que no fuera su culpa y todos se lo repitieran, no cambiaba.

La abuela se había encerrado varios días en su cuarto, ya no salía tan seguido al pueblo.

Julieta y Agustín se apoyaban mutuamente, aún no podían creer todo lo que había pasado, y lo rápido que ocurrieron los hechos. No podían creer que la vida que tanto les costó construir se destruyó completamente.

Solo quedaba dolor en los recuerdos de aquella vida que alguna vez consideraron perfecta.

Los siguientes años nada fue lo mismo, nunca lo fue de nuevo. No sin Mirabel, no sin magia, no sin Isabela.

Con el tiempo los madrigales se volvieron más antipáticos y menos conversadores, hasta el punto de no dirigirse la palabra durante días.

Dolores se fue junto a sus hermanos a otro pueblo vecino, esperando encontrar una mejor vida de la que vivían.

Pepa y Félix decidieron irse al norte de Colombia, llegando hasta la playa para vivir el resto de sus vidas.

Julieta siempre se quedó en el pueblo de Encanto, tuvo que superar la muerte de su madre, quien sorprendentemente sobrevivió muchos años. Luisa y Agustín la acompañaron.

Toda la familia se había destruido por dentro...

—¡Ya llegamos!— Exclamó Dolores

—Nueva vida, ¡aquí vamos!— dijo Camilo con emoción.

—Aquí podré hacer nuevos amigos— susurró Antonio para él.

Habían llegado a otro pueblo, uno mas grande y completamente nuevo, con más estructuras y avances tecnológicos. 

—¡Vengan!, vamos a explorar el lugar— alentó Dolores con una sonrisa.

Sonrisa que se desvaneció completamente al escuchar una voz atrás suyo.

—¿Qué hacen aquí?

El trío de hermanos se giró lentamente y murmuraron al unisonó

—Isabela...

Era ella.

722 ᴘᴀʟᴀʙʀᴀs