Sentada en la silla acolchonada con bordes de oro, desayunando tostadas con mantequilla y mermelada, y una gran copa de zumo de naranja, mirando perpleja ese desayuno, sin compañía en esa gran mesa de muchos y mucho metros de largo, Rocher que estaba a su lado tiesa como un palillo, esperando a que la princesa comentará cosas sin parar y le intentará sacar una que otra carcajada, pero como eso no pasaba solo optó por preguntar si el desayuno estaba de su gusto, a lo que la princesa asintió.
Aunque pareciera triste, más bien la princesa estaba pensativa, con un pequeño ceño fruncido en su cara.Magnolia de repente suspiró pesado, encorvandose hacia adelante, abriendo su piernas y llevándose un gran trozo de tostada al igual que un leñador enfadado, tal acción asustó repentinamente a Rocher, que solo seguía ahí de pie y recta. Magnolia giro su cabeza hacia arriba mirando resplandeciente a Rocher, se quedaron un rato mirándose dándose una preciosa vista de sus ojos iluminados, Magnolia cortó ese precioso ambiente con una pregunta- ¿Quieres sentarte a mi lado? Me siento muy sola, sin ver a nadie a los ojos- Rocher se lo pensó dos veces y sin decir nada puso una cara sería pero tranquila, movió la silla para después acomodarse y sentarse.
La princesa soltó una risita y una gran sonrisa, y por debajo de la mesa, cogió la mano de Rocher, para después ponerla encima de la mesa y entrelazar sus manos.
-Y..¿Cómo fue la charla con los reyes?- preguntó Rocher-. La reina ya me informo de que empiece a preparar tus clases para el baile-
Magnolia se quedó en silencio un rato y después hablo- bien... Supongo... Como siempre, mandándome cosas sin parar, y para nada divertidas o "normales", a veces pienso que le hablan a una dama de compañía, en vez de su propia hija- dijo recostándose en la silla y cruzando un brazo para así no soltar la mano de Rocher.
Rocher la miró un segundo y levanto la mano de la princesa que sostenía encima de la suya, para darle un delicado beso y con el pulgar acariciar la parte de arriba, a lo que la princesa se sonrojó delicadamente, cogió entre sus dos manos la mano de Rocher, se levantó de su asiento, se inclinó hasta la cara de Rocher y depósito un suave y precioso beso. Se rieron sin dejar de mirarse y el ambiente se volvió rosa y brillante como en un precioso cómic de romance, parecía el momento perfecto para otro beso, pero en eso Rocher habló.
-Te entiendo Magnolia, pero siguen siendo los reyes y como tú has dicho mandan y gobiernan por encima de todos, además de que son ellos los que nos protegen en caso de guerra, nos juzgan justamente y nos dan el alimento necesario que se obtiene comerciando entre países, no nos queda de otra y debemos agradecérselo- dijo con sabiduría- aunque no quita el hecho de que siguen siendo tus padres y al ser princesa y futura heredera esperan mucho de ti, lo que pasa es que no saben expresar el amor que te tienen, intenta verle lado positivo- sonrió dulcemente.Magnolia se quedó mirándola con una mirada perpleja e ingenua, para después poner una cara pensar muy fruncida y al parecer acabar de tanto pensar, asentir entusiasmada y muy pero que muy feliz, apretando así el lazo de unión entre sus manos.
Cuanto termino de desayunar y se dirigían hacia la sala de estudio para las clases, Magnolia hablo contenta- ¿tu crees que después de clases, el sol estará iluminando las praderas.y colinas?- - claro como siempre lo hace, aunque también depende de la posición, cuanto más alto, más iluminadas estarán ¿Porque lo preguntás?- dijo Rocher con su intelectualidad de siempre.
-estaba pensando en ir después de las clase, y hacer un precioso picnic, con bombones, incluida tu- dijo galán, y pícara. - podría ser, ¿me estás pidiendo una cita o algo por el estilo?- dijo con gracia Rocher - podría ser, ¡No mejor dicho, lo es!- Magnolia daba brincos de alegría y exaltación, sus ojos casi que formaban estrellas de lo contenta que estaba.-pues si es eso lo que gustas, pues me parece un buen plan.- miro Magnolia dándole el visto bueno.
Magnolia dio vueltas de alegría alrededor de Rocher la cogió de las manos y dieron vueltas sin parar hasta llegar a las grandes puertas blancas de la sala, Rocher abrió unas de las puertas y se inclinó hacia Magnolia con una pequeña reverencia - pase su alteza- dijo Rocher, a lo que Magnolia se tapó con la punta de sus dedos los labios soltando risillas, para después hacer una elegante reverencia sosteniendo su vestido amarillo oro - gracias monsieur- después de eso entraron sin parar de reírse.
Tercer capítulo, y como siempre un poco demasiado tarde, pero no dejaré de seguir subiendo más y más, o sea qie nos vemos en el próximo capítulo.
Chaooo ✧*。
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Lo dulce de la vida。*゚+
FantasyEsta es mi primera historia espero que os guste a todos los lectores y lectoras. Esta historia está hecha partir de mi imaginación, serán temporadas, como una serie. No le intentéis cogerle mucho sentido a las cosas ya que iré explicando cada cosa e...