weno pos he leído bastante de estas historias y me gustaría ver que me sale Jsjs
Los personajes no son míos, excepto TN y su "familia"
Advertencia de cringe.
La historia está actualmente en proceso, cuando sea terminada la editaré
NARRA LA YA SIN ESTABILIDAD EMOCIONAL DE LA AUTORA :D
-Buenos días Rengoku-san- dijo Mitsuri intentando mirar detrás del abdomen del joven pilar, donde se escondía un pequeño niño igual a su hermano mayor-. Senjuro-kun, les dejo a T/N-chan.
-¿Por qué no pasas? - dijo el hermano mayor de los Rengoku-. ¿Y las cosas de la niña?
-T/N-chan dijo que va a recoger sus cosas por el espejo- dijo la peli/rosa.
-¡Excelente entonces! Vengan, pasen un rato- dijo kyojuro .
-Me encantaría Rengoku-kun!, pero voy a hacer una misión!-dijo la pilar con un tono desanimado.
-Entonces pasa tu pequeña- Dijo el joven esta vez dirigiéndose solo a T/N.
-Claro Rengoku-san, por cierto- mira a Senjuro-. Hola Senjuro-kun.
-H-hola señorita Akira- dijo Senjuro con un evidente nerviosismo.
-Dime T/N por favor- dijiste pasando a la finca de los Rengoku, era grande, y emitía un sentimiento agradable.
Pasaron por un largo pasillo, en cierto punto, sentiste una presencia pesada desde un cuarto, el menor de los Rengoku abrió aquella puerta, tú seguiste caminando con Kyojuro, en lo que caminabas lograste escuchar que decía que habías llegado, sin respuesta alguna, Senjuro los alcanzo y siguieron caminando hacia un espacioso cuarto, Kyojuro dijo que ese sería tu habitación, estaba amueblada con unos cuantos estantes y una especie de armario, en una esquina se encontraba un tufón
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(imágen referencial)
te quedaste parada en la puerta admirando la belleza de la habitación, a pesar del tiempo que llevabas, todavía no procesabas bien la hermosa arquitectura del Japón antiguo (y moderno) dirigiste tu mirada a una pared a tu lado izquierdo, ahí se encontraba un gran espejo, por donde traerías tus cosas, en otra pared se podía admirar unos árboles, después de que terminaste de procesar información, el Rengoku mayor te dijo que guardaras tus cosas y las acomodaras, después que bajaras a comer, él y Senjuro harían remen para celebrar tu nuevo entrenamiento, tu obedeciste, empezaste trayendo tu poca ropa de la casa de Mitsuri, unos dulces de tu mundo con efectivo, tus valiosos audífonos, chanclas porque andar tanto tiempo con zapatillas ya te estaba cansando, un champó, cepillo de dientes, colinos y demás cosas de higiene, lo mas importante, el desodorante para no estar oliendo a puerco después de los entrenamientos y una colonia para oler rico, un ventilador pequeño porque sentías que ibas a tener un montón de calor.
Terminada la misión de ordenar tus cosas, te vestiste con una ropa cómoda, unos legins negros con una polera que te cubría hasta los muslos negra, con algunos kanjis, era una polera de tokyo revengers, que te habia regalado tu mamá por tu más reciente cumpleaños.
