¡Minhonnie!

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                                   [💗]

Félix miraba como su amigo traía consigo una bolsa de súper mercado eso se le hizo muy raro ya que su amigo nunca traía dinero ya que sus padres no le daban ni un peso porque siempre lo terminaba perdiendo. Solo le daban dinero cuando necesitaba comprar material para la escuela.

— Buenos días, Felixie — saludo tomando asiento en el pupitre de a lado.

— Buenos días, Sung — sonrió — ¿Qué es eso? — apunto la bolsa que estaba en su mano.

— Oh, esto... Son unos bocadillos para el descanso — respondió con una tierna sonrisa.

— ¿No trajiste tu almuerzo? — cuestionó.

— Sí, digo No. Se me olvidó en casa así que compré esto — rió nervioso.

— ¿Cómo lo compraste si nunca traes dinero? — interrogó.

— Bueno, encontré por casualidad en mi mochila dinero. Deja de preguntar, también te traje unos bocadillos para ti — saco de la bolsa unas papas fritas y una leche de banana.

— No te creo... Pero lo dejaré pasar solo por esta vez — tomó los bocadillos y los guardo abajo de su pupitre junto a sus libros.

Jisung soltó un suspiro de alivio, tenía que ser más cuidadoso o sino descubrirían su secreto. Se sentía mal por no contarle esto a su amigo pero no podía revelar su pequeño secreto no aún.

                                    [💗]

Era hora de descanso y lo amigos fueron a la azotea para comer. Había uno que otro alumno sentados en las pequeñas bancas que había ahí.

Jisung y Félix decidieron sentarse en el suelo, en una parte donde hubiera sombra ya que hoy era un día caluroso.

— Olvide mi teléfono en el salón, ¿Que hora es? — cuestionó el rubio.

El castaño saco su teléfono y vio la hora.

— Son las dos con diecisiete — respondió.

Félix se sorprendió cuando vio el teléfono de su amigo. Le arrebató el teléfono para verlo y verificar que sus ojos no lo engañaban.

— Jisung. ¿En qué andas metido? ¿Por qué tienes un teléfono tan caro y aparte con una funda de Gucci? — interrogó en voz baja, no quería llamar la atención de las pocas personas ahí presentes.

— Yo. Verás... El teléfono es un regalo ¿Si? La funda es falsa — respondió quitándole su teléfono a su amigo.

— Jisung, esa funda no es falsa y ese teléfono es de los nuevos. A mí no me engañas — habló mirando fijamente al castaño, el cual evitaba su mirada.

— Puedo explicarlo...

— Acaso... ¿Tienes un sugar daddy? — pregunto con asombro mientras tapaba su boca con su mano — Vendes tu cuerpo con viejitos...

— ¿Qué? ¡No! No es eso, en este momento no te lo puedo explicar pero ten por seguro que no es eso, confía en mí.

— Confío en tí pero no en esos viejos asquerosos rabos verdes — hablo

                                    [💗]

Jisung caminaba a paso lento hacía el centro comercial, mirando a todos lados para verificar que ningún conocido lo viera.

Se subió al ascensor y presionó el botón que lo llevaba al estacionamiento. Hasta el último nivel, varias personas subieron pero se bajaron en algunas plantas más arriba porque nadie estacionaria su carro hasta el último nivel ¿Verdad?
Bajo del ascensor y camino hasta donde estaba el único carro ahí estacionado, se abrazo así mismo ya que en ese nivel hacia mucho frío aparte de que le daba miedo ya que no había nadie.

¿Tienes un sugar daddy? ☆ Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora