¿Tienes un sugar daddy? ☆ Minsung

Niño caprichoso

[💗]

Jisung sonreía tiernamente mientras
secaba el cabello del canino. El perrito movía su colita feliz.

Después de estar seco completamente el
castaño empezó a cepillar el pelo del can y
también recortó un poco al cabello soltando un gritillo de frustración cuando vio como corto mal el pelo.

— Dios, perdón. Se ve mal esto — se quejo.

Luego de terminar, cargo al pequeño perrito entre sus brazos y fue acostarse en la grande y cómoda cama.

— Espera aquí, deja me cambio — dejo un
pequeño beso en la cabeza del can.

Una vez ya cambiado, se acostó en la cama y se cobijo junto al perrito.

— ¿Minhonnie se enojara? — se cuestionó
mientras tapaba al perrito con la colcha.
Eran días muy fríos, el tenía mucho frío y eso que estaba con su pijama calientita. No se imagina el frio que tendria el perrito.

Después de casi dos horas, escucho la puerta ser abierta, indicando gue su novio había llegado. Se tapó con la cobija al igual que el can y solo dejo su cabeza afuera.

— Jisunggie. Compré tus dulces favoritos,
ven.

— ¡No puedo, estoy acostado! — grito.

— Niño caprichoso, ya voy para allá —hablo.

Minho vio el pequeño bulto en su cama y sonrió tiernamente.

— Mi bebé hermoso tiene frío — Comento
mientras intentaba quitar la cobija —¿Tienes mucho frío?

— Uhg... No te enojes, por favor — pidió —
Estaba solito en la calle.

Minho quito con brusquedad la cobija
dejando ver cómo Jisung abrazaba a un
perro.

—¿De dónde sacaste esa cosa? No Jisung,
no quiero animales aquí — Dijo

— Bbama, no tiene a dónde ir. Por favor
cuídalo, mi mamá no me deja tener mascotas — acarició el pelaje mal cortado del can.

— Yo menos. Los perros son un fastidio.
Además, ¿Bbama? ¿Esa cosa ya tiene
nombre?

— Honnie, por favor. Lo bañé y corte el pelo para que se viera bonito, ¿No? Parece una nube.

— El perro es feo, no quiero animales.

—Por favor, yo lo voy a cuidar. Mira le corté el pelo — empezó a sollozar — No tiene un lugar donde ir, hace mucho frío y de seguro no tiene nada que comer en la calle.

Minho se sintió un poco mal al ver como
Jisung empezaba a llorar mientras
abrazaba al pequeño perrito.

— Bien, se quedará aquí pero lo tenemos que llevar a una veterinaria. No sabemos si tiene pulgas u otras cosas, aparte le cortaste mal el pelo — señaló al perro —Ya no llores, niño caprichoso.

—No soy caprichoso —  limpio sus lágrimas e hizo un puchero.

— Ajá, sí. A ver el perro