Capítulo 2.- Miedos.

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Se enjuagó sus manos después de salir del baño, cerró la puerta con mala gana, pero quejidos del baño de hombres eran demasiado audibles para solo ignorarlos

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Se enjuagó sus manos después de salir del baño, cerró la puerta con mala gana, pero quejidos del baño de hombres eran demasiado audibles para solo ignorarlos.

Se acercó un poco para escuchar y poder determinar que sucedía. Dos cosas estaban claras: Alguien estaba mal y ese alguien era Basil. Cómo una persona que tuvo tal... cercanía con ese chico pudo reconocer sus típicos lloriqueos y quejidos.

No lo malinterpreten. Después de tener su ataque de irá y escuchar innumerables veces los lloriqueos de Basil...¿Cómo no reconocerlos?

Bueno, eso tampoco era muy correcto.

Entró sin pena al baño de hombres y el único espacio que tenía la puerta flojamente cerrada era donde estaba el chico.

Al parecer Basil estaba muy ocupado que nisiquiera se dió cuenta de la presencia de Aubrey hasta que le habló por su nombre.

— Basil. — dijo el nombre de su amigo de manera neutral.

Un salto en los hombros del recién llamado se hizo mucho más que evidente pues cualquiera podría notar sus temblores a pesar de solo ver su espalda. Intentó limpiar su cara con rapidez y voltear para poder ver a su antigua amiga.

— Aubrey...— aún mareado enfocó su mirada en el cabello que había sido obligado a teñirse a negro. Vió la cinta azul que usaba como adorno con cautela.

En cambio la chica portaba un semblante serio y fuerte, pero si cruzar lo egocéntrico. "Ojeras, temblores y palidez" eran las palabras perfectas para describir a su amigo. No era tonta, estaba segura de que algo le sucedía.

¿Debía preguntar? Lo más seguro es que ese chico le negará cualquier malestar evidente y menospreciara toda atención puesta en él. Chasqueo la lengua en busca de una respuesta.

Una respuesta sin necesidad de preguntar.

— ¿Que haces aquí? — preguntó nervioso. Como si aún no pudiera captar su propia situación.

Unas risas ahogadas fueron audibles frente al rubio junto con su expresivo rostro que le delataba a la hora de ocultar sus sentimientos. — Una cosa. — levantó su dedo índice en muestra de que estaba a punto de comentar algo importante. — ¿Podrías limpiarte primero?, Das lástima. — afirmó ahora señalando al chico.

Con un vistazo pudo ver qué su uniforme había sido ensuciado de forma patética. En pánico tomó la tela y talló como si no hubiera un mañana. El pánico y nerviosismo hicieron a un lado su malestar.

— Anda cálmate, ¿te sientes bien? — comentó Aubrey tratando de sacarle cualquier palabra al rubio. En forma de respuesta solo tuvo que mirar sus ojos que aún tenían algunas lágrimas por fatiga. — Eres un desorden. — calificó la chica.

Este comentario hizo que el chico se avergonzara enormemente y recordara de manera inconsciente la mala relación que conservaba con su vieja amiga. Se quedó callado sin saber que decir, temeroso decidió irse al notar la tensión que habían creado.

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2022 ⏰

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