Capítulo 18

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Roman caminaba de lado a lado por la sala.

¿y si su esposo quería dejarlo después de saber la verdad? conocía a Amiel, con su vena rebelde pero siempre tan leal, si sentía que su matrimonio no hacía legítima la alianza sería capaz de dejarlo por el bien de la paz.

Su lobo gruño al imaginarlo

No lo dejaría, incluso si debía encerrarlo hasta que recobrara la razón, Amiel era suyo y el cachorro en su vientre era la prueba de ello.

–Ha vuelto alfa.- Kate se acercó a él de forma sigilosa para evitar empeorar su humor.-Con el guardia Kelpie.

Roman pudo sentir sus colmillos salir, aun no superaba el hecho de que el mejor amigo de su esposo tuviera un obvio enamoramiento por este.

-¿No te interesa comprometerte con un caballo?

La cara de horror de Kate fue todo lo que necesito para serenar un poco de su rabia.

-Comprendo.-dijo más calmado.- solo fue una idea.

La beta negó con la cabeza mientras se sonrojaba.-Estoy bien así, gracias. La manada me da suficiente trabajo como para ocupar mi mente en algo más.

El alfa levantó una de sus cejas mientras la miraba.

-Te diría que pronto habrá menos trabajo, pero...

-¡Alfa!.

Unos pequeños brazos se envolvieron alrededor de su cintura, el olor a jazmín y uvas maduras llenó su nariz.

-¿despejaste tu mente amor?

-Lo lamento.-Los ojos de Amy estaban llenos de lágrimas.-mi intención jamás será lastimarte, es solo que tengo tanto miedo.

Roman acarició el rostro de su esposo.

-Tomará tiempo, pero espero que algún día recibas mi corazón y alma como tuyos para que así jamás dudes de lo que siento por ti.

El corazón del príncipe latía deprisa mientras miraba los ojos de su esposo brillando como nunca.

-No creo que tome tanto tiempo.

-Hijo.

El rey Anthony se acercó con miedo en sus ojos.

-Lo siento tanto, debes entender que mis decisiones jamás son pensadas para lastimarte. Solo quiero lo mejor para ustedes y para mi reino.

Amiel negó con la cabeza.

-Lo sé padre, son mis miedos los que hablan, no mi corazón, yo soy consciente del porqué de tus acciones.-se encogió de hombros.- creo que también puedo justificarme un poco diciendo que mis hormonas están algo alteradas.

-Además del estrés que causa el loco de tu hermano.-agregó kay

-A además de eso claro.

Roman sonrió acariciando las manos de su esposo.

-Creo que es una buena oportunidad para hacer una fiesta ¿no lo creen?.

-Celebrar la alianza.-agregó su padre.

-El futuro nacimiento.

-Y la presencia de próximas manadas aliadas.

-Una fiesta.-asintió Roman.

-Una gran fiesta.

__________ La Fiesta __________

Pov Amiel

La música sonaba a través de todo el bosque, las hadas habían decorado el espacio maravillosamente llenando los árboles con luces y haciendo que las flores cambiaran de color cada vez que eran rozadas por alguien. Los lobos arreglaron mesas y sillas alrededor del lugar y trajeron una cantidad absurda de comida.

Su padre se encontraba charlando alegremente con las aliadas de la manada del norte, mientras Kay daba órdenes a los jóvenes escoltas.

-¿Cómo está nuestro bebé hoy?

-Esta calmada

-¿ella?.-Roman levantó una de sus cejas.

-Si, creo que tendremos una tierna cachorra.

-Ojala tenga tu cabello

-Y tus ojos

-¿Cuánto tiempo crees que me tome eliminar a todos los posibles pretendientes que rodean a nuestra niña?

Amiel se rió tontamente

-¿La pobre no ha nacido y ya estás pensando en cómo arruinar su vida amorosa?

-Estoy donde estoy por ver siempre hacia el futuro amor, no más mírate a ti, te dije que serías mi esposo y aquí estás.

Amiel frunció el ceño

-¿Qué?

El alfa tomó sus manos y lo acercó, junto su frente con la del príncipe mientras suspiraba.

-Te conocí hace algunos años, eras el niño mas dulce y hermoso que había visto, me diste tu primer beso, y me prometí hacerte mi esposo, cuando nos volvimos a ver creí que era el destino, pero estaba comprometido con tu hermano. Que Emil escapara con ese vampiro fue lo mejor que me pudo haber pasado.

Amiel abrió la boca sorprendido.

-Esta bien si no lo recuerdas, me entere que por esas fechas fue el fallecimiento de tu madre, el shock y el dolor de la época seguramente te hicieron borrar esos momentos. -El alfa suspiro.- pero quería decírtelo, porque no quiero que vuelvas a pensar que fuiste una segunda opción para mi o que me vi obligado a aceptarte, en todo caso sería yo quien se te impuso, pero para mi tu siempre fuiste mi primera opción.-acarició su cuello.-mi única opción.

Los ojos del príncipe se llenaron de lágrimas, quería responder pero tenía un nudo en la garganta.

Su dulce y tonto esposo había tocado una fibra sensible, en una fiesta, con toda su manada y mientras estaba embarazado. Si algo le quedaba por hacer a Amiel era enseñarle el sentido de la oportunidad a su alfa.

-Te amo.-Susurro.

Porque a la larga eso era todo lo que importaba.

-Yo te amo mas.

Los líderes del lugar se fundieron en un dulce beso mientras sus familias y amigos los veían alrededor.

Todos tenían una certeza en sus almas, ese era solo el comienzo de una larga historia entre el joven príncipe de las criaturas del bosque y su amado lobo alfa.

FIN

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¿Pueden creer que la historia de Roman y Amiel ya terminará?

Me siento increíblemente feliz con lo que logré con este fic.

Siempre agradeceré su apoyo y creo que que es muy importante compartirles que es justamente eso lo que me motiva a seguir escribiendo, cuando veo sus comentarios o sus votos o  incluso cuando el número de lectores aumenta un poquito mi corazón se emociona mucho. Así que gracias por seguir apoyándome y espero que sigamos junt@s en este camino por un largo rato. 

Os quiero y les mando un abrazo gigante <3 

Bosque Azul (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora