Se podía escuchar el sonido de las arcadas retumbando en las paredes del baño. Amiel se dejó caer contra la puerta mientras retomaba aire, llevaba tres días seguidos con nauseas mañaneras, había logrado ocultarlas de su esposo pero esa tarea se estaba haciendo cada vez más difícil, no es que el joven ninfa no quisiera que su marido se diera cuenta es solo que había una sombra a su alrededor que no salía de la cabeza del príncipe, temía el hecho de confirmar su embarazo, un bebé de su alfa sonaba maravilloso, al menos hasta que la presencia de su hermano volvió a su vida y es que Amiel estaba seguro de sus sentimientos por Roman y quería estar seguro de los sentimientos del alfa por él, los dioses saben que él se ha esforzado por que el príncipe los sienta, pero la inseguridad es un demonio muy doloroso y no es algo que se pueda sanar de la noche a la mañana.
-¿Luna? se encuentra bien.- se escucho la voz de Kate detrás de la puerta.
La loba era una de las mejores betas de Roman y había estado encargada de enseñarle a Amiel todo lo que necesitaba para cumplir su rol de Luna, una vez que el príncipe obtuvo los conocimientos suficientes ella fue designada como su asistente, Amy la adoraba pero realmente no quería ver a nadie en estos momentos.
-Estoy bien Kate, salgo en un momento.
Enjuago su boca con algo de agua y se cepillo los dientes, se miro al espejo y sonrió levemente ante su reflejo, su panza mostraba un pequeño y casi imperceptible bulto, para cualquiera simplemente habría subido de peso, pero Amy sabía que era más que eso, ser una ninfa hacía que su olor no cambiará hasta pasado el segundo trimestre, eso le daba un mes más para elegir como decirle a su esposo.
-Esta algo pálido.-El ceño de Kate se frunció con preocupación
-Estoy bien, ayer comí demasiado y eso me pasó factura.
-¿Quiere que le de algo?
-No gracias, mejor dime qué tenemos para hoy.
Kate asintió y empezaron a caminar hacia la puerta.
-Hoy estarán dandole la bienvenida a una de las manadas aliadas del norte, el alfa lleva mucho tiempo deseando esta alianza y hoy vienen a reafirmar su amistad, el líder de la manda del norte es el primo de nuestro alfa pero no habían podido unir sus territorios por varios conflictos de intereses, el también tiene una luna actualmente y no desea dejar el territorio por lo que decidió enviar a su beta y su hermana como representantes, estarán aquí en unos minutos.
Roman lo recibió en la puerta dándole un suave beso en la mejilla.
-¿Listo amor?
-Siempre.
El alfa sonrió y giró su mirada a la entrada donde se asomaron varios carros y camionetas, la manada del norte había venido acompañada por varios de sus lobos, del primer carro bajó una mujer alta con su largo cabello rubio recogido en una coleta alta, se giró para darle la mano a una pequeña loba de aspecto delicado con mechones azules en su cabello, la loba aceptó el gesto y miró directamente a Amiel sonriendo.
-Saludo a la luna y al alfa de la manada sur, gracias por recibirnos en su territorio. Mi nombre es Rosi soy la hermana del alfa y estoy junto a su beta Claree en representación de nuestra manada.
Amiel sonrió y le respondió a la loba
-El placer es nuestro, esperamos que les agrade nuestro hogar, por favor sientanse como en casa. Mi nombre es Amiel y este es mi esposo Roman.
-El viaje debió ser largo, descansen un rato y nos vemos en la cena.
Las lobas asintieron entrando a la mansión; la beta se acercó al príncipe con una sonrisa suave en su rostro.
-Siempre había querido conocer al príncipe de las criaturas.
-Bueno y cual es tu veredicto.
-Eres hermoso, pero supongo que eso ya lo sabías, de cualquier forma hay algo más en ti, algo que es atrayente.
Roman gruño ante las palabras de la beta.
La rubia soltó una suave risa mientras negaba con la cabeza .-Tranquilo alfa, hace mucho tiempo que mi corazón tiene dueña.
La joven omega se sonrojo y desvió la mirada mientras apartaba algunos mechones azules de su rostro.
-De cualquier forma alfa Roman, me gustaría preguntar si ¿la alianza con el reino Ecatsu ya es inamovible?
Roman asintió.- Lo es, con mi pareja nos casamos en el eclipse de la pachamama, no hay forma de cancelar nuestra unión, e incluso si lo hubiera jamas lo permitiria.
El corazón del joven príncipe se calentó ante las palabras de su esposo, estos meses habían sido difíciles para su relación, adaptarse al otro, reconocer sus virtudes y defectos, los celos, las malas intenciones de las otras personas y la profunda inseguridad de Amiel de no ser la luna que su alfa buscaba, pero a pesar de todo eso, la pareja había salido victoriosa, su unión era fuerte y al escuchar a su esposo solo podía pensar en que el bebé en camino solo los podría unir más.
Se escuchó un fuerte golpe en la puerta principal, seguido de un silencio.
Kay quien había estado acompañando a sus líderes se acercó a la puerta con uno de los betas de Roman, las lobas del norte se tensaron.
La puerta se abrió y Amy salió corriendo a través de ella sin creer lo que sus ojos mostraban.
Su hermano se encontraba tumbado al pie de las escaleras, con el rostro ensangrentado y múltiples heridas en su cuerpo, junto a él se elevaban unas letras de escritura mágica.
"Tienes al impostor"
Kyaaaa que emoción tener a mis bebés (Rosi y Claree) en Bosque Azul, como podrán haber notado las historias ocurren en el mismo universo.
Espero que este capitulo les gustara tanto como a mi , les mando un abrazo gigante <3
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Bosque Azul (+18)
خيال (فانتازيا)Las flores del cerezo brillaban más que nunca, las mariposas blancas coloreaban el paisaje y al fondo se podían escuchar a los gorriones cantando felices, el escenario ideal para una boda, si tan solo el novio no hubiese huido. Amiel, deberá tomar e...