Capítulo 9

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Todo su cuerpo estaba adolorido, estaba seguro de que no había un solo rincón de su ser que no hubiese sido follado por su esposo. Su esposo, su esposo quien lo había anudado tantas veces que perdió la cuenta, su esposo quien había luchado contra sus propios instintos solo para no dañarlo, su esposo que era increíblemente celoso, el hombre que ahora dormía a su lado profundamente como un niño.

Su cabello caía sobre su frente y oscurecía sus rasgos, sus labios estaban entreabiertos mientras respiraba suavemente, vio como una de sus manos se movía hacia su lado de la cama, tanteando por el colchón hasta alcanzarlo, pero aun con los ojos cerrados.

Una vez lo tuvo a su alcance tomó una de sus piernas y la posicionó encima de su cadera, haciendo que su cuerpo se pegara al de él, y su entrada quedará expuesta, derramando el semen que había dejado allí en la madrugada.

Amile se sonrojo al sentir el líquido salir.

-¿Lo guardaste bien anoche?.-Roman aun no abría los ojos mientras le hablaba sin embargo su rostro tenía una sonrisa burlona

-Y tú ahora lo estas haciendo salir

-Bueno cariño.-abrió los ojos.-estoy seguro de que te llene lo suficiente como para que no necesites retenerlo por más tiempo ¿o si?.- empezo a acariciar su muslo de arriba a abajo

-¿Cómo te sientes?

-Adolorido

-¿pero complacido?

Amy asintió

-Adolorido pero complacido.-Roman sonrió mirándolo

-Te preparare un baño, no creo que puedas caminar hoy sin uno.

Se levantó de la cama apartando suavemente al joven ninfa, una vez que se puso una bata se inclinó sobre su esposo

-No quiero que vuelvas a dudar nunca más de mi deseo por ti, o de mi posición en este matrimonio, incluso con nuestras circunstancias yo te elegi Amiel y tu hiciste lo mismo.

Amy parpadeo suavemente, estaba follado y somnoliento ¿porque el alfa quería hablar tan serio en estos momentos?, jadeo cuando sintió una palmada en uno de sus muslos

-Escúchame cuando te hablo amor ¿lo que dije quedó claro?.-sintió como su cuerpo empezaba a lubricar al escuchar la voz de mando y la palmada de Roman

-Como el cristal.-ronroneo

Roman tomo su barbilla para abrirle la boca y lo atacó, no es posible describirlo de otra forma, no era un beso, era un ataque a todos sus sentidos, sus lenguas estaban en una feroz batalla mientras la saliva se escurría por su boca y el oxigeno se le escapaba de los pulmones.

-Te follare, te bañare y te llevare abajo, es hora de aclarar esto ante nuestra manada.

____

El alfa cito a toda la manada a el patio principal , los lobos se sentaron en la mesa dejando espacio en los asientos de la cabecera para sus líderes.

Roman llegó cogiendo a Amy de la mano, al estar cerca de la silla, la sacó para él y le dio un suave beso en las manos cuando lo ayudó a sentarse.

Todos estaban callados.

-Les queremos agradecer por la celebración que organizaron por nuestra unión, se cuanto han ansiado una luna y al fin hemos sido bendecidos, salud.- todos levantaron sus copas y brindaron .-Sin embargo he tenido la desgracia de escuchar varios comentarios sobre la relación que llevo con mi pareja, no solo han sido indiscretos sino que han conflictuado al príncipe, estoy seguro de que les he pedido respeto a su luna y no entiendo porque ha recibido menos que eso.

El silencio se sentía denso ante todos los presentes

-¡No me escuchan acaso!

El rugido de Roman estremeció a los lobos y a Amiel, sabía que el alfa estaba enojado pero no esperaba que lo demostrara de esa forma

Liz se levantó de su asiento .- Alfa, todo lo que hemos dicho ha sido solo en preocupación por tu bienestar y el de la manada

Amy la miró levantando la barbilla, estaba seguro de que todos los comentarios maliciosos que había escuchado durante ese tiempo fueron dichos por ella.

-No podemos tener una Luna que no despierte a tu lobo ¡no dará herederos y sólo perjudica a la manada!

-¿quién ha dicho que no despierta a mi lobo?

Liz retiró la mirada fingiendo estar avergonzada.-Los temas del dormitorio no son tan privados como deberían, sabemos que no lo has anudado, no importa si es un príncipe, no es suficiente para nosotros.

Roman la miró con profunda decepción en sus ojos.

-¿Alguien más piensa de esta forma?

Los lobos se miraban entre ellos dudando, es cierto que los rumores sobre el anudamiento estaban circulando por toda la manada pero la mayoría de ellos no lo creian, mas aun al ver como el alfa trataba al príncipe.

-Liz, he sido indulgente contigo por el cariño que le tengo a tus padres, pero no puedo seguir tolerando tu comportamiento.-Roman habló con voz firme aun cuando sus ojos denotaban tristeza, Liz era como una hermana para él, pero cometió un grave error al dejar que sus fantasías fueran más alto de lo que podría realizar, algunos de sus amigos la habían convencido diciendo que sería perfecta como luna de la manada y de hay en adelante todo fue a declive. Roman estaba seguro de que ella lo superaría "es una etapa" había dicho su beta, evidentemente no fue así.

-Quedas vetada de la manada hasta nuevo aviso, no podrás acercarte a más de 20 kilómetros al territorio, esta medida será temporal, en lo que reflexionas sobre tus acciones y corriges tu comportamiento.

-Pero alfa.-La chica intentó defenderse con los ojos repletos de lágrimas.-No puedes hacerme esto.

-¡Basta!; llevensela de aca.-Algunos betas de la manada llevaron a la llorosa chica fuera del recinto.

-Espero que esta sea una acción lo suficientemente clara, no toleraré ningún tipo de irrespeto hacia nuestra luna.- giró hacia Amiel.-y me disculpo contigo cariño, no pensé que Liz llegaría a hacer este tipo de cosas.

Amy lo miró agrandando los ojos, la actitud de Roman lo había sorprendido, esperaba una sanción para la chica pero jamás pensó que fuera tan extremo, es obvio que el alfa quería dejar un punto claro, nadie puede tocar a su luna, ni siquiera aquellos a quienes considera su familia.

Amy se levantó del asiento y se acercó al alfa tomando una de sus manos.

-No hay nada que perdonar, la chica aun es joven y la manada seguramente se sentía insegura, solo necesitamos tiempo para conocernos.-se dirigió hacia los lobos.-se que no es fácil aceptarme como su luna, no me conocen y yo tampoco a ustedes, pero desde que me uní a su alfa he tenido muy claro que ustedes son mi pueblo ahora y siempre daré lo mejor de mi para cumplir mi rol en la manada, nuestra manada.

Los lobos se miraron entre ellos antes de aplaudir, aún les quedaba un camino largo por recorrer y aunque sus primeras semanas no habían sido fáciles esperaba que el proceso los llevara a un mejor futuro como familia.


Bosque Azul (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora