Capítulo cuatro: Solo tu y yo

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Narra: Maía.

6 meses atrás.

Yo me acerco ah Choe y la muevo por sus hombros de un lado ah otro. Y es que necesitaba que estuviera despierta, estaba apunto de tener una sería sobredosis de euforia, y realmente necesitaba de mi hermana para saber si esto en realidad era un sueño. O si está pasando, realmente Collin deseaba ser mi novio. Porqué si eso realmente era realmente, todos esos sueños "inalcanzables" que forme en mi mente con el. Durante todos estos años, dejan de ser inalcanzables y se vuelven alcanzables.

—Choe—necesitaba compartir mi emoción con alguien. ¿Y que mejor que compartirla con mi hermana—Choe. Despierta—la nuevo una y otra vez por los hombros. Pero no consigo que se desperté.

Emmm....—menciona está aún dormida.

—Vamos Choe. Necesito que te despiertes por favor, debo decirte algo importante—insisto sacudiendo sus hombres en búsquedad de que se despierte de una ves por todas. Comprendía perfectamente que fueran casi las cuatro de la madrugada, pero debía despertar y luego volver ah dormir. Si así lo desea—Choe. Por favor.

—Tengo sueño—me dice en chillidos como si estuviera hablando con una niña de cinco años.

—Vamos Choe. Es importante—insisto cada vez más. Hasta lograr que una rubia media dormida, se sentará sin ayuda alguna en la cama. Y me observa adormilada.

—¿Que es tan importante que no puedes esperar que amanezca?—me reclama con dulzura, por haberla despertado de su sueño profundo.

Perdon. Es que es algo realmente importante.

—¿Que es tan importante para no poder esperar?—yo me siento en frente de ella. Y con una gran sonrisa. Se lo confieso.

—Collin me ah pedido que fuera su novia y le eh dicho que si—con una enorme sonrisa dibujada en rostro me levanto de su cama. Para así intentar abrir la puerta de su habitación, y ser interrumpida por la ex bella durmiente. Mi hermana me toma con sus manos derecha de mi brazo izquierdo, para así hacerme tomar asiento en la cama, está enciende las luces de su habitación. Y con sus dedos, guardas los mechones rubios de su cabello. Detrás de sus orejas.

—Haber si escuché bien. ¿Collin te ah pedido que sean novios y tu le has dicho que si?—su rostro adormilado. Había desaparecido, y una impresionada Choe se encontraba a cambio.

—Asi es. ¿No crees que es fabuloso?—era algo que aún no me podía creer. Collin realmente me prefería ah mi, y solo veía ah Charlotte como su mejor amiga. La manera en como reaccionó mi hermana, era algo la cual no esperaba en lo absoluto. Algo alterada se levanta de la cama y camina de un lugar ah otro. ¿Que es lo que sucede con ella?. ¿Acaso piensa hacerle un bollo al piso, por estar caminando de un lado ah otro?. En una velocidad, algo alta.

—Oh no.

—¿Que es lo que pasa con tigo?.

—¿Es que acaso no lo ves?—se arrodilla en el piso de cerámica y aprieta mis piernas con un poco de fuerza—Charlotte estará destruida cuando se entere se esto—¿Acaso dijo Charlotte?. Maldita sea, esto se trata de Collin y de mi. No de ella, impotente me levanto de la cama, alejándome completamente de ella. Se suponía que debería estar feliz por mi. Pero en vez de eso, piensa es en que dira Charlotte cuando se entere.

—No puedo creer que te allá despertado para contarte algo que me llena de felicidad y creí incapaz de suceder. Y tu en lo primero que pensas. Es en Charlotte—esta situación me daba mucha rabia, ya está cansada de que todo se tratara de ella y pensaran primero en ella. Y luego en mi.

—¿Que es lo que insinuas?. ¿Que no me gusta verte feliz?—ella se levanta del pido de porcelana y de posiciona en frente de mi—¿O que prefiero la felicidad de Charlotte antes de la tuya?. Porqué si es así como piensas, estás muy equivocada. Eres mi hermana y obviamente siempre voy ah velar por tu felicidad. Pero no debes olvidar lo que te ah confiado NUESTRA prima. Y en tu caso, tu mejor amiga. Todos sabemos sus sentimientos asia Collin desde que eran solo unos niños—no era necesario que me recordara la historia que me sabía perfectamente de memoria.

—¿Acaso olvidaste que tanto Charlotte, como yo. Eh amado con todas mis fuerzas ah Collin?—me parecía injusto que estuviera se su parte—no comprendo. Como si siendo mi hermana, puedes elegirla ah ella. En vez de ah mi—menciono con dolor. Que la prefiera ah ella en vez de ah mi. Siendo mi hermana, era como una verdadera apuñalada en el corazón.

—No se trata de eso y tu lo sabes muy bien. Haber señorita melodramas. ¿Como planeas decírselo?. Porqué para mi, eso es una traición. Maía, debiste hablar con ella. En ves de aceptar ah Collin deimediato que te lo propusiera.

—¿Y que deseaba que hiciera?. ¿Que fuera corriendo ah contárselo ah Charlotte?. Para que me aconsejé que no lo acepte.

—Ma....—ya era suficiente. Choe ya había demostrado, de que parte estaba. Y aunque me lastime en toda la alma, no era ah mi la que defendía de esa manera tan feroz.

—Ya es suficiente. Collin ah hecho su elección, y ah decidido que es ah mi. A la que ama.

Actualidad.

La cavidad de sus labios, su lengua traviesa explorando cada aria de mi boca. Besarlo era todo un manjar para mi boca, Collin sabía cómo ser sexi. Era un experto besando, y eso era algo que ciertamente. No esperaba.

Me inclino asia el y beso cinco veces velozmente, sus labios. Este se acuesta en mi cama, y yo me acuesto ah su lado. Sus ojos eran completamente preciosos, su rostro era la perfección pura. Y su sonrisa, era el delirio de tantas.

—Estaba pensado en tener una cita—me propone este sonriente. Nuestras "citas" han sido como una salida entre amigos. Charlotte siempre nos ha acompañado en todos las citas que emos tenido, Collin y yo. Casi no tenemos tiempo ah sólos. Ruedo mis ojos con molestia y miro asia el techo.

—Ya me puedo imaginar lo que deseara hacer ayuda Charlotte—nuestras citas siempre se tratan de ella. Y de lo que desea hacer.

—En realidad—el me mira ah los ojos. Y es que el azul de mis ojos, con los verdes de los suyos. Asia una perfecta combinación—pensaba en algo más íntimo. ¿Sabes?. Solo tu yo yo—al escucharlo decir eso. No lo podía ni creer. ¿Realmente había dicho eso?. ¿Acaso seríamos por fin una verdadera pareja?. Y pasar tiempo ah sólos como tal.

—¿Solo tu y yo?—mi cerebro no podía procesarlo. Y ciertamente, solo lo procesaria completamente. Si lo escuchaba decirlo una vez más.

—Solo tu y yo.

En las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora