Capítulo seis: ¿Solo somos uno?

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Narra: Maía.

—¿Que te parece?—le pregunto sonriente y probandome el décimo vestido, que para ser sincera. Era mi preferidos de los nueves vestido anteriores que me había probado—Collin—su mirada se encontraba completamente perdida—¿Me estas escuchando?.

—Oh. Oh. ¿Me decías algo?—me haría tanto saber que no sólo yo existía en su mundo. O por lo menos, era así precisamente como me hacía sentir. Soltando un gran suspiro, tomo asiento en frente de el.

—¿Todo está bien?. Te noto un poco distraído—menciono con tristeza.

—No es nada—me aclara con una amplia sonrisa—problemas con la universidad—una parte de mi me reclamaba ah gritos que le exigiera la verdadera causa de su desánimo. Pero también existía una parte dentro de mi que me rogaba que solo le creyera y simplemente, me quedara quieta.

—Crei que hoy intentarías estar de mejor humor.

—¿Porqué lo dices?.

—Bueno. ¿No es obvio?. Tú y Charlotte son como si fuesen una sola persona—menciono con tanto enojo. Tristeza eh impotencia.

—¿Ah qué te refieres?.

—Ah que pasas más tiempo con ella que con migo. Cuando salimos ah citas los tres, todas las personas creen que ustedes dos son pareja y yo soy la que sobró. Cuando en realidad es al revés—no desiaba discutir con el hoy. Y jamás, pero el tema de mi prima era algo que realmente me enojaba. ¿Como se supone que acepte que Collin pase más tiempo con Charlotte que con migo que soy su novia?. Es algo remotamente ilógico. Y simplemente injusto.

—¿Cuantas veces te eh pedido perdón?. Se que mi relación con Charlotte es algo que te molesta.

—No es asi. Solo quisiera que me dedicaras más tiempo que ah ella—me quejo por su falta de afecto.

—¿Lo dices en serio?. Maía, sabes mejor que nadie que eh dado lo mejor de mi para intentar que esto funcione, y es más. Estos días no eh tenido contacto con Charlotte. Te lo eh dedicado todos ah ti y hacerte sentir bien porque realmente me importa y valoro lo nuestro. De otra manera, no estaría ah tu lado. Realmente lo estoy intentando, pero me parece injusto que desees que desates lazos que eh tenido toda mi vida.

—Se lo importante que es Charlotte para tu vida. Pero no es justo que la incluyas ah ella, más en tu decisiones que ah mi. Que realmente soy tu novia, ella solo lo aparenta. Más no lo es—el pelinegro suelta un gran suspiro para así tomar mis manos en las suyas.

—Lo lamento. Y a partir de este momento, me comprometo ah incluirte más en mis proyectos y en mis decisiones. No deseo que estemos peleados por esto, Charlotte es mi mejor amiga. Sabes que significa mucho para mí, y me ah apoyado en ocasiones realmente difíciles para mi.

—¿Y yo que?—si no lo recordaba. Entonces tendría que recordarle lo que había hecho por el, y todo el amor y tiempo que invertí en su felicidad—yo también me quedé ah tu lado en situaciones críticas—le recuerdo como habían pasado lo hechos. Este desordena su oscuro cabello con estrés.

—Y lo se. Y realmente te agradezco mucho por ello, pero debes entender que lo que tengo con Charlotte—mi corazón se detuvo al ver que se había callado de esa manera tan repentina—es... Diferente.

(....)

Era doloroso para mí tener que observarla, me dolía tanto estar en esta situación. Realmente la amaba, es mi prima y es como mi mejor amiga. Antes solíamos ser inseparables.

Luego ella me confesó sus sentimientos asia Collin, y no sabía que yo también sentía lo mismo por Collin, que lo que sentía ella por el. Pase tantos miedos aterrada de que el acabará eligiendo la ah ella en vez de mi.

Y es que Charlotte es simplemente perfecta. Tan inteligente, extrovertida y hermosa. Es la mujer perfecta para cualquier chico, en cambio yo no soy tan agraciada como ella. Tengo demasiados defectos, mi nivel intelectual es el normal. Y no poseo el don de hacer reír ah las personas.

O crear un excelente ambiente adónde sea que voy. Me conozcan o no, maldición. Soy mucho más tímida y reservada de lo que me gustaría admitir.

—¿Realmente te dijo eso?—no lograba concentrarme en absolutamente nada—yo te dije que Conllin miraba de otra manera ah nuestra prima—Choe golpea ah Franchesca en el hombro—oye—se queja con enojo—¿Y eso porque fue?.

—Por soltar cada estupidez que sete viene ah la cabeza. Tu no la escuches si no quieres perder la cabeza por completo—me recomiendo Choe con una gran sonrisa—piensa que si Conllin hubiera querido tener algo con Charlotte. Estuviera ahora mismo con ella, en lugar de trabajo ser tu novio—solo queria pensar que lo que decía Choe tenía mucho sentido.

Pero había algo que simplemente me impedía ah pensar de esa manera. Ya no sabía que es lo que debía pensar.

Y solo me preguntaba ah mi misma. ¿Solo somos uno?. Mis padres dicen que cuando te conviertes en una pareja.

Tú pareja y tu se convierten en uno. Y eso era algo que me ardía aún más. Ya que Charlotte no nos permitía presentarnos como una verdadera pareja.

Mis hermanas se alejan al percatarse de que Conllin se acerca ah mi. Lucia tan excitante de traje, la fiesta de Charlotte era increíble. Habían tantas personas que te podrías perder con facilidad si no conocías muy bien la propiedad, por suerte ese no es nuestro caso.

El pelinegro se acerca ah mi y acaricia mi rostro y cabello con dulzura. Quizás solo debía dejar de pensar tanto en las cosas que me había dicho Franchesca, probablemente Choe tenía razón y nuestra hermana solo estaba diciendo estupideces sin sentido.

Y es que lo amo con todo mi corazón. Y se que si Conllin llegará ah sentir un minúsculo amor asia mi prima, que fuera ese amor de más que mejores amigos. No podría competir contra ella.

Ya que sería inútil, ella tendría la victoria.

Narra: Conllin.

Esta era una situación algo crítica. Lo menos que desiaba era ocasionar una guerra irreparable, y lastimar ah Charlotte, me encantaría abrazarla y decirle que todo está bien. Pero ciertamente, no estoy en mi derecho de preguntarle tal cosa.

—Debo irme. Veré cómo está su madre—nos indica nuestro padre, mi hermano y yo solo asentimos. Para así ver cómo nuestro padre desaparecía de la fiesta de quince años de Charlotte.

—¿Hasta cuando?—observo ah mi hermano un poco confundido y sin saber ah qué se refiere.

—¿Que?.

—¿Tú y Maía?. ¿Hasta cuando?—era la primera ves, que veía que mi hermano opinaba en algo que no lo incluía—si tu deseo es tener dos novias ah la ves. Déjame decirte que te equivocas demasiado, una mujer no es símbolo de tortura o un trofeo el cual puedes presumir delante de todos tus conocidos. Lo que haces, no solo lastimas ah Maía, si no que también ah Charlotte. Y ciertamente, ah ti mismo—dice esto para luego marcharse como si nada. Dejándome pensativo debido ah todo esto que yo mismo cree.

—¿Estás bien?—la rubia se sujeta con fuerza de mi cuello, y me regala una amplia sonrisa para así depositar un casto beso en mis labios. No deseaba herir ah nadie, así que no mejor sería mantener mi distancia con Charlotte. Y intentarlo con todas mis fuerzas, con Maía. Con una amplia y tan practicada sonrisa, acomodo su rubio y tan liso en su espalda. Para así posar mis manos en sus caderas.

—De maravilla—menciono besando sus labios con ternura.

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