Mí vida eres tú

CAPITULO 32

Terminó la fiesta de cumpleaños y cada uno se fue a sus respectivos apartamentos o en nuestro caso, al hotel donde estábamos hospedados.
Llegamos a la habitación del hotel y Jorge me toma por la cintura, me besa apasionadamente y coloca sus manos en mis glúteos.
Jorge:" Mí amor, tengo unas ganas inusitadas de abrazarte, besarte, de hacerte mía"
Yo:" Ya soy tuya mí vida, desde que te vi en las novelas, luego en tus lives y finalizando cuando nos conocimos en persona donde fui totalmente tuya"
Jorge:" Sabes algo amorcito, me flechaste apenas te vi, de pronto no me di cuenta pero analizándolo bien quedé impactado apenas te vi y cuando empezamos a charlar me di cuenta que eras una persona muy especial y no se cómo, pero a medida que nos íbamos conociendo me enamoré como jamás me había sucedido en mí vida."
Yo:" Que bellas palabras mí amor, me llenaste de felicidad y te lo agradezco enormemente, jamás pensé que podría tener ésta oportunidad de estar contigo, era un sueño casi imposible pero vos lo hiciste realidad, gracias Jorge yo te amo mucho "
Jorge:" Y yo también mí amor "
Nos besamos apasionadamente y fuimos directo a la cama, me apoyó suavemente en ella colocando una almohada en mí cabeza y mientras me besaba con una mano me acariciaba mí cintura y con la otra acariciaba mis pechos.
Nos desvestimos y sucumbimos a la pasión y el deseo de estar juntos, de amarnos, de disfrutar el uno del otro.
Seguimos en ese baile de amor y pasión casi toda la noche hasta llegar ambos al clímax a la vez. Para dormirnos abrazados y sintiendo cada uno el corazón del otro que latía a mil revoluciones.

A la mañana siguiente me levanto temprano despacito para que Jorge no se despierte pero antes de salir de la cama para ir a ducharme, lo miro dormir plácidamente y no puedo creer que ese hombre maravilloso sea mío, completamente mío.
Me levanto con sumo cuidado de no despertarlo y antes de irme a ducharme lo miro, no puedo más que sonreír y darle gracias a Dios por brindarme esta oportunidad en la vida, darme éste aliciente y ésta felicidad tan grande.
Entro a la ducha y me lavo la cabeza también, estaba feliz cantando mientras lavaba mí cuerpo, sin notar que alguien se había despertado y estaba admirándome mientras tanto me bañaba.
Jorge se mete a la ducha y me sorprende, pego un salto cuando él me toca mis glúteos.
Jorge:" Perdón mí vida, no quise asustarte, pero quiero ser yo quién te lave tu hermoso cuerpo"
Yo:" Claro mí vida y yo haré lo mismo con el tuyo"
Y empezamos a bañarnos pero no tardamos mucho en sucumbir en la tentación y hacer nuevamente el amor.

Continuará