Enchanted

4 - only the brave

No había tomado el camino correcto, lo sabía y se arrepentía.

Pero era tan difícil, él había sido criado un diferente a sus otros dos hermanos, recordaba perfectamente la manera en la que su padre le decía que reprimiera cada una de las cosas que sintiera.

Amor.

Tristeza.

Nervios.

Miedo.

"Serás criado para no demostrar tus sentimientos."

Si no hubiese sido por Tankhun, él sería brusco, diría las cosas sin importar si le dolerían a la otra persona. Su hermano lo mantuvo siendo un humano con sentimientos.

Sin él no hubiera sabido lo que era amar.

Aun que le aterrorizaba aquel sentimiento, le gustaba... pero había herido a la persona que amaba tratando de protegerlo de no lastimarlo.

Fue estúpido hacer eso, ¿No?

Kim se atormentaba a diario con eso.

Chay, lo siento. 

Te amo.

•

"¿Chay, no quieres ir de compras con Tay y conmigo?" Pregunto Khun a un adormilado Porschay."¿O prefieres dormir un rato más y nos vemos en la comida?"

"Emh dormiré un poco más, a la comida nos vemos. Lo siento, estoy cansado de viaje."

"No te preocupes, te traeré algo." Chay rio con eso último."Adiós.!"

En realidad no dormiría, iría a su casa, a su verdadera casa.

Reviso la hora en su teléfono, eran las casi diez de la mañana, así que se puso de pie y se dirigió al baño que tenía en su habitación. Se ducharía antes de irse.

Al terminar fue a la cocina, una de las personas que trabajaban en esa área le preparo un desayuno, lo llevo al comedor y se sentó ahí.

"Buenos días, ¿Cómo dormiste?" Saludo su hermano mayor entrando a la habitación.

"Buenos días, bien, sigo algo cansado, pero bien" le respondió mientras bebía un poco de jugo."Emm.. P'"

"Si?"

"Me daría las llaves de nuestra casa."

"Ohh vas a ir." Porschay asintió. "Dame unos minutos voy por ellas." Dijo el mayor para después perderse en un pasillo.

"Chay, buenos días" le saludo Kinn.

"Buenos días P'Kinn."

"Pensé que irías con Tankhun de compras."

"En un principio iba a ir, pero realmente quiero ir primero a mi casa." Comentó Porschay.

"Oh~ lleva algún guardespaldas por si acaso."

Porschay le miró alzando una ceja.

"Con todo respeto, P'Kinn, no lo creo necesario, en Nueva York no tengo."

"No pero si quiero que tengas uno." Dijo Porsche llegando a la habitación nuevamente con las llaves en mano.

"Pero... ¿Por qué?"

"Chay eres listo, sabes las razones." 

"Me niego."

"Bien, pero cualquier cosa extraña que llegues a ver mientras estés en Nueva York tendrás que decirme." Decía el mayor de los dos hermanos, dejando las llaves a lado de Porschay. "¿Trato?"