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Él estaba ahí afuera de su casa, estaba de espaldas, caminando de un lado a otro.

Indeciso.

Porschay camino hacia la puerta con lentitud, querido abrir y a la misma vez no hacerlo y irse.

¿Cómo debía reaccionar? ¿Qué se supone que debía hacer o decir?

Kim aún no lo miraba, seguía de espaldas y la vista en el piso. Mientras que Porschay sentía que en cualquier momento iba a vomitar de los nervios y sus ojos picaban.

El mayor, al sentir la presencia del otro, detuvo su caminar y levanto la mirada hacia el cielo. Mientras que el menor tomó el valor de abrir la puerta, el sonido hizo voltear a Kim.

Los ojos de ambos conectaron por primera vez en mucho tiempo, brillaban al verse entre sí como la primera que se conocieron.

Y aun cuando no lo sabían, los latidos de sus corazones estaban sintonizados.

Se miraron cerca de diez segundos a los ojos, hasta que la voz del mayor rompió aquel silencio con una voz entrecortada.

"Hola." Saludó.

Un saludo que Porschay había estado anhelando por mucho tiempo.

"Hola, P'Kim." Dijo el menor y justo cuando terminó ese saludo, miró unas lágrimas correr por las mejillas del mayor, juntó a una sonrisa llena de melancolía.

Eso era algo nuevo.

"¿Qué hace aquí? ¿Cómo sabe que estaría aquí?" Pregunto con timidez.

Kim dio un par de pasos acercándose el menor, pero este retrocedió.

Dolió y mucho.

"Y-Yo quería hablar contigo y uno de los empleados de casa me dijo que estabas aquí." Respondió retrocediendo nuevamente los pasos que había dado, limpiando las lágrimas que aún brotaban de sus ojos. "Pero creo que no es una buena idea o aún no es buen momento para tener, esta charla." Dijo dándose la vuelta para comenzar a caminar hacia su auto. "Lo siento si interrumpí algo."

Porschay no sabía que hacer, no quería dejarlo ir.

"¡P'Kim.!" Le gritó con desesperación al ver que este ya había encendido el auto. "¿Por qué no te quedas? Creo que es buen momento para hablar."

El mayor miró los suplicantes ojos Chay y no se pudo negar, no podía lastimar de nuevo a esa persona que amaba. Apagó el auto y salió de él, le puso nuevamente llave y caminó hacia la entrada de la casa.

El menor le dio una minúscula sonrisa dejándole entrar.

"Vamos a la sala." Dijo Porschay guiando el canino hasta el lugar mencionado.

"Sigue igual a como lo recuerdo." Susurró Kim mirando a todos lados. "Pasamos mucho tiempo aquí." Dijo sin pensarlo, el menor asintió bajando la mirada con tristeza.

Temía que Kim haya ido hasta ahí solamente para poder cerrar un ciclo en su vida y darle fin a lo que alguna vez tuvieron.

"Escuché que hoy sale que nueva canción." Comentó cambiando de tema y para que el ambiente no se sintiese tan abrumador y un poco incómodo. "¿Two Ghost era el nombre?"

"Oh~ sí, sale hoy, lo había olvidado por completo." Dijo colocando su mano en su nunca. Chay quiso sonreír, eso Kim solo lo hacía cuando se sentía tímido. "Si, se llama Two Ghost."

"¿De qué trata?"

"Emh... Trata sobre como ya no soy la misma persona que solía ser, y sobre como quería volver a encontrar un latido de amor." Respondió sentándose en el sofá frente a Porschay que le miraba con sus ojitos brillantes. "Trata sobre nosotros."

Soltó mirando a los ojos al castaño menor, para después mirar sus manos.

Porschay estaba mudo, no sabía que decir, su boca parecía haberse sellado por completo. Unos segundos después supo qué preguntar.

"¿Y volviste a encontrar ese latido de amor?"

"No fue necesario, nunca se fue. Ese latido de amor siempre estuvo ahí cada vez que te pensaba y te recordaba. Se volvió más fuerte en el momento en que te volví a mirar." Dijo con su suavidad y amor.

Porschay se sentía abrumado por aquella declaración del mayor, pero le encantaba. Sentía un nudo en la garganta y algo húmedo en sus mejillas.

"No separamos de la peor manera, nos separamos por mis inseguridades, nos dejamos de ver y hablar." Siguió hablando Kim. "Yo..."

Porschay noto que su voz salía con dificultad y que había vuelto a empezar a llorar, se puso de pie y se sentó al lado de él. No dudo ni un segundo en tomar el rostro de Kim en sus manos y limpiarle las lágrimas, aun cuando las suyas no le dejaban mirar.

"Tú..." Susurró sintiendo como Kim le limpiaba ahora sus lágrimas.

"Yo nunca te deje de amar. Nunca te lo dije, pero yo te amé y te sigo amando." Confesó Kim y Porschay sentía que se iba a desmayar en cualquier momento. "Quizás tú ya no sientas lo mismo, y lo entiendo fui un completo imbécil. Quizás no exista nada que me justifique lo que hice, pero me es muy difícil expresar lo que siento, a menos de que sea en una canción." Dijo haciendo reír a ambos con eso último.

"P'Kim."

"¿Si?"

"Aún lo amo."

Dijo Porschay sonriendo con felicidad, antes de unir sus labios en un beso que ambos estaban deseando, un beso que no sabían como expresarlo de otra manera que no fuera "un beso de amor puro".

Ay que lindo el kimchay <3

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