8 - sunsetz

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¿Qué carajos le ocurría los días? Pasaban de una manera tan rápida, de dos semanas que tenía para estar en su país, ahora le quedaban solo cuatro días más, después tendría que volver al otro lado del mundo.

Hoy era la cena que ocurría cada fin de año, para despedir el viejo y dar inicio a uno nuevo, pero también era su cita, con Kim.

Este último le pidió salir justo el día de la cena de fin de año, ¿Kim no sabía manejar su agenda o qué? Al parecer no, pero no sé quejaba tanto.

Porschay, pues hacía días que quería tener un día para ambos. El menor quería preguntarle a Kim, que eran.

¿Novios? ¿Amigos con derechos? ¿Conocidos enamorados uno de otro?

El menor quería una definición para su relación antes de volver al otro lado del mundo.

Antes tampoco le dieron un nombre a su relación, esta vez no dejaría que ocurriera lo mismo.

Termino de arreglar su cabellera justo cuando sonaron a puerta, caminó hacia ella tomando su billetera y su teléfono para después guardarlos en su bolsa del pantalón. Abrió la puerta y sonrió ampliamente al ver a Kim delante de él.

Tan guapo.

Malditamente guapo.

"Hola, cariño. ¿Cómo estás?" Dijo Kim tomando al menor con sus dos manos de la cadera acercándole a él.

Lo que provocó un fuerte nerviosismo en el menor, pasaría el tiempo y no se acostumbraría a la cercanía del otro. Como si cada que lo viera fuese como la primera vez que lo tuvo enfrente.

"Hola~, me encuentro bien ¿Y tú?"

"Me alegra escuchar eso, yo estoy bien algo cansado por las promociones, pero seguirán hasta dentro de una semana." Le comento, dejando un sonoro beso en la mejilla sonrojada de Chay.

"Y yo me voy en cuatro días." Susurró con un pequeño puchero que fue besado por Kim.

"Ni me lo recuerdes, no sé que va a ser de mí, contigo en el otro lado del mundo."

"Llevarlo como antes, como todo el año que estuve allá."

"No es lo mismo, ahora estamos juntos. Ya no estamos peleados. No será igual."

"Lo sé, pero no hay que ponernos tristes ahora. Vamos a tener nuestra cita, en día feriado, donde la mayoría de los negocios están cerrados por fin de año." Exclamó Porschay, tomando de la mano a Kim mientras entrelazaban sus dedos.

"¡Lo siento.! He estado promocionando mi canción y no he tenido días liberes, hasta hoy."

"Tranquilo, solo estoy jugando, yo entiendo perfectamente todo. Solo bromeó." Dijo riéndose para caminar hacia la salida de ella, mansión de la familia de Kim. "¿Y a dónde me vas a llevar, mi querido Kim?"

"Sinceramente, no lo sé, pero vamos a divertirnos antes de que tengamos que volver para la cena de fin de año." Dijo abriendo la puerta del auto para que Porschay subiera.

El mayor se dedicó a conducir, mientras que Chay puso música, y ambos contaban las canciones de cualquier tipo, ya fuera algo movido o una balada.

Eran el uno para el otro.

Llegaron a un parque algo grande, había uno que otro puesto de helados, no dudaron en comprar uno para cada quien. Tampoco tardaron en pelar por cuál era mejor, terminando en compartirse el helado para que el otro lo probará. Rentaron una bicicleta doble, pasearon lo más que pidieron por el parque hasta que el tiempo de la bicicleta se agotó y tuvieron que llevarla.

No sé dieron cuenta del tiempo, hasta que notaron que estaba atardeciendo. Colores amarillo, naranja, un poco de añil y unas dos estrellas que se notaban, adornaban el cielo.

"Hermoso." Exclamó Chay tomándole una foto al cielo.

"Lo es, realmente hermoso." Dijo Kim mirando el rostro de Chay con una sonrisa en su rostro y ojos brillantes.

Un silencio llegó, pero uno lleno de paz, donde ambos solo se dedicaban a mirarse o a mirar al cielo. No existía la necesidad de hablar.

De luego de al menos cinco minutos, Porschay rompió el silencio para realizar la pregunta importante, que venía querido decirla desde que habían llegado al parque, pero no encontró un momento correcto, hasta ahora.

"Kim..."

"¿Si?"

"¿Qué somos?" Pregunto con nerviosismo, al sentir la mirada del mayor en él.

"Lo que tú quieras que seamos." Respondió. "Aunque a mí me gustaría que fuéramos novios de manera formal." Dijo sonriente y un tono de voz suave.

Porschay sonrió con ternura jugando con sus manos, hasta que Kim acercó la suya a una de las del menor, acariciándola con suavidad.

"¿Entonces...?"

"¿Quieres peguntármelo tú o lo hago yo?" Pregunto.

"Lo quiero hacer yo, la mayor parte del tiempo tú tomas la iniciativa. Déjame hacerlo esta vez a mí." Respondió con firmeza y sin nada de temor en su voz.

Kim asintió con orgullo en su pecho.

Chay volteó a verlo, ambos se miraban fijamente, hasta ir el primer mencionado hablo.

"¿KimHan, quieres ser mi novio?"

"Quiero ser hasta tu esposo, si me lo permites" Dijo Kim tomando el rostro del menor en sus manos.

"Ese es un sí."

"Obviamente que es un sí." Volvió a decir Kim, para después unir sus labios en un dulce beso.

Iba a durar más de no sé porque el teléfono de Chay sonó, con una llamada de Khun.

"Hola..." Respondió Chay, poniéndole en alta voz.

"¡¡Ni se les ocurra llegar tarde a la cena de fin de año, par de hormonales.!!"

"Estamos yendo de regreso." Dijo Kim.

"Así me gusta, no tarden mis tortolitos favs." Dijo Khun antes de colgar.

"Bueno, será mejor irnos. Vamos, amado mío." Comento Kim poniéndose de pie para caminar hacia su auto, que estaba a varios metros de ellos.

"Si, vamos~." Le siguió un Porschay lleno de felicidad.

Se iban pero no sin antes, tomarse una foto juntos.



•••

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Hola! Una disculpa nuevamente, he estado algo desparecida.

Solo para avisar que le quedan dos capítulos a esta historia y no olviden votar, me motivan mucho.
💕

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