Capítulo 6

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-vamos, Annie, yo voy a cuidar de ti...

- no por favor, déjame. Te lo pido. Ya no dañes a nadie más.

- ellos no merecen tus lágrimas. Solo merecen un castigo


El timbre anunciando la salida del último grupo de niños la trajo a la realidad. Después de una noche de pesadillas y su última cita fallida, Annie estaba teniendo uno de esos días. Después de cinco salidas, en un plazo de dos meses, y sin tener ni tan solo un poco de éxito la tenían agotada tanto física como mentalmente. Tal vez el mundo de las citas, la diversión y la espontaneidad no era para ella. Que tonta, tendría que haberse dado cuenta mucho antes.

Se encontraba en la pequeña cocina que se encontraba junto a la sala de profesores en el colegio mirando un punto fijo en la pared. Las pesadillas habían vuelto hace algunas semanas después de que en cierta cita vio por el rabillo del ojo un tipo con la misma cara que él. De tan solo pensar en que su camino se viera junto al suyo una vez más le ponía los pelos de punta. Solo esperaba terminar aquel día largo, llegar a casa y tomar un buen baño de tina antes de dejarse caer en los brazos de Morfeo.

- Cariño, pensé que estabas a dieta -escuchó Annie decir una odiosa voz de pito y una sonrisa falsa mientras la miraba de arriba a abajo -parece que no está funcionando, la ropa te está quedando un poco ajustadita.

Annie apretó los dientes y no dijo nada. Desde que llegó a trabajar a esa escuela, Danielle Williams se había designado como tarea personal hacerle la vida imposible. Si fuera una historia de telenovelas, ella caía perfectamente en el papel de la archienemiga plástica e insoportable. Sin embargo, lo hacía cuando nadie estaba viendo. Ante todos ella era la perfecta rubia curvilínea que, a pesar de ser media tonta, le caía bien a todo el mundo.

Ya estaba teniendo un día horrible y, como siempre, ni un bendito té podía prepararse sin que llegará ella a molestar.

- Oh, amor, espero que no te enfades conmigo, solo quiero ayudarte y hacer lo mejor para ti. Quizás debieses cambiar ese vestido rosa por uno negro con alguna chaqueta o un abrigo enorme -agregó la rubia sonriendo- el negro te hará esconder esos kilitos demás.

- No pasa nada, Danielle - susurró Annie mientras corría la mirada con los ojos inundados en lágrimas, a veces solo se rendía cuando no tenía ni fuerzas ni ganas de pelear con ella. ¿Es que su día no estaba lo suficientemente jodido ya? - Gracias por tu consejo, lo tomaré en cuenta.

- De nada, cariño. Sabes que siempre estaré aquí para evitar que hagas el ridículo - dijo la rubia soltando una risita tonta.

De repente, quedó de piedra cuando escuchó a Diana entrar y recitar las siguientes palabras:

- Así te quería encontrar, estúpida, ahora sí que no la cuentas.

Annie no reaccionó hasta que escuchó un grito y volvió la mirada. Diana tenía a Danielle por el pelo y se disponía a arrastrarla hacía la salida de la cocina camino a la sala principal de profesores.

Como puso salió de su estado de shock y corrió- Di, suéltala, que crees que haces. ¡Tienes un trabajo en que pensar! -rogaba Annie mientras trataba de que Diana soltara el pelo de la rubia.

- No me arrepentiré de nada, si me van a correr será después de que esta perra tenga lo que se merece. -gritó zamarreando de lado a lado a una Danielle que no paraba de gritar.

- ¿Qué se supone que pasa aquí? Señorita Davis, deje a la señorita Williams en este minuto -declaró una voz ronca y molesta detrás de Annie y esta se tensó por completo.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2022 ⏰

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