- Entiendo, entonces iré a almacén ahora mismo.
- Listo, buena suerte – dijo antes de que ambos se alejaran para ir a sus respectivos puestos.
Jimin pasó toda la mañana sentado frente a una gran mesa mientras le pasaba al restaurador alguna de las pequeñas herramientas que estaban esparcidas sobre la mesa, aquel trabajo era bastante simple comparado con su trabajo habitual como guía, y es que los recorridos a todo el museo duraban más de dos horas y el pelinegro debía permanecer de pie durante todo ese tiempo.
Cuando llegó la hora del almuerzo fue al comedor donde se reunía con sus compañeros de trabajo para almorzar, al terminar fue a lavarse los dientes, y luego se dirigió a la pequeña oficina abierta del salón principal para recoger los folletos que entregaba a los visitantes antes de iniciar el recorrido.
Jimin salió al salón principal del museo cuando el reloj marcó las tres de la tarde, en el lugar ya se encontraba un grupo de jóvenes que rápidamente dedujo como el grupo de coreanos que debía guiar.
Eran unos nueve chicos en total, seis chicos y tres chicas, en una mirada general pudo notar que eran muy jóvenes además de adinerados, la ropa y accesorios de marcas como Louis Vuitton y Prada resaltaban a la vista.
Mientras se acercaba también notó que todos eran muy esbeltos y atractivos, y más altos que él, aunque la mayoría de extranjeros eran más alto que él, Jimin apenas había alcanzado el metro setenta de estatura.
- Buenas tardes – saludó en perfecto coreano al llegar junto a ellos, haciendo que estos voltearan a verlo – bienvenidos al museo de Ningxia, mi nombre es Park Jimin y hoy seré su guía en el recorrido – informó con una linda sonrisa.
- Hola ¿Park Jimin?, ¿es usted coreano? – preguntó amablemente el chico más alto del grupo, luego de haber hecho una reverencia como saludo.
El pelinegro ignoró el saludo informal junto con la pregunta dirigida con respeto, sabía que tendrían respeto hacia él por ser su guía, pero también imaginaba que asumirían que él era de su edad o incluso menor que ellos, y es que las personas siempre asumían que era un chico de apenas veinte años por su apariencia física.
- No, pero mis abuelos paternos si lo son – respondió aun con una sonrisa en el rostro – tengo entendido que son estudiantes de arqueología ¿verdad?
- Solo nosotros dos – respondió un chico de cabello de azul refiriéndose a él y al más alto.
- Oh entiendo, pues bien, vamos a comenzar – dijo con entusiasmo mientras quitaba la vista de aquel grupo y se giraba para dirigirse a la primera parada del recorrido.
Jimin había notado unos hermosos y grandes ojos de color negro cuando observó de manera superficial y rápida a todo el grupo, más ignoró con total naturalidad aquella presencia desconocida.
Seguido por el colorido grupo de amigos, llegó hacía una esquina de aquel gran salón donde se encontraba una vitrina que resguardaba una enorme piedra amorfa con dibujos y escritos grabados en ella.
- Para introducirnos en el significado de estas piezas, empezaremos viendo algunos registros históricos y textos que datan de hace más de 1000 años...
El pequeño pelinegro explicaba con detenimiento el significado de la pieza, así como el de sus grabados, lo había hecho miles de veces, sin embargo, ahora se sentía diferente, había algo que lo hacía sentir incómodo y no sabía qué era exactamente.
Continuó con su explicación mientras las miradas de aquellos jóvenes permanecían en la pieza que se exponía, y por algunos segundos también dirigían su mirada hacia él mientras asentían atentos a sus palabras.
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Pasión dormida ❦ Kookmin OS
FanfictionJimin es un joven musulmán que ha perdido la esperanza de encontrar el amor, su soledad y monotonía podrían cambiar cuando conoce a Jungkook, un atractivo y misterioso extranjero a quien conoce por casualidad en el museo donde trabaja. ⸙ Temas: Amor...