PARADISE: CAP 5.

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Habían pasado dos semanas desde que inicié en el nuevo curso. Todo iba de maravilla, ya me llevaba con casi todos mis compañeros y sentía que estaba comenzando a encajar. Mejoraba cada vez más con mi rendimiento académico y me mantenía feliz evitando a mi madre cada vez que llegaba a casa.

El sol comenzaba a salir para mí.

Otra mañana de camino al instituto, escuchaba "Fake" de Lauv y Conan gray, tarareaba y golpeaba mi mano contra mi pierna al ritmo de la canción cuando alguien me tomó bruscamente de la mano y me giró para encararme. 

Nessa...

-¡¿PERO QUÉ DEMONIOS TE PASA, ESTÁS LOCA!? - grité fuerte, alejándome de ella al ver lo cerca que estaba de su rostro.

-Buenos días a ti también, superestrella ¿Caminamos juntas al instituto? ¿Si? Okay, vamos.- Se respondió a sí misma y sin soltarme de la mano comenzó a caminar jalándome un poco en el proceso.

-No, no quiero y ya suéltame. Me incomodas.

-Después soy yo la mala ¿Quién te entiende, elodie cass? Ya no quiero que nos llevemos mal, quiero ser tu amiga.

Estoy segura de que mi mandíbula tocó el suelo cuando la escuché decir lo último, ¿nessa quería ser mi amiga? Seguramente estaba mintiendo, nessa había pasado las últimas dos semanas fastidiando mi existencia con comentarios sarcásticos y "empujones accidentales", diciendo un falso "perdón, superestrella", seguía buscando el asiento detrás de mí y pidiéndome un lápiz prestado, aunque siempre recibió la misma respuesta; seguía acariciando mi cabello con su lapicero o en ocasiones con sus dedos, trenzándolo de vez en cuando, se acercaba a mi oído para susurrar incoherencias causándome cosquillas, y una extraña corriente que recorría mi estómago. Luego de clases era un ogro total, me miraba como si fuese poca cosa y aseguraba que me estaba robando a sus amigas, nunca dejé que me afectara, ya tenía demasiados problemas como para sumarle una chica con complejos de superioridad que creía que dominaría el instituto con su 1.50 metros de altura y su cara de bebé. Me prometí no volver a caer en los juegos extraños de personas que solo buscan dejarte con un puto trauma y 500 citas con un psiquiatra. Gracias, pero no gracias. 

-Nessa, por lo que más quieras ya déjame en paz. Te lo suplico, y por favor ya suelta mi mano.-dije mirando nuestras manos unidas.

-Lo que más quiero justo ahora, es ser tu amiga. Ya que mi vago intento por ser tu enemiga no funcionó, ahora intentaré ser tu amiga.- sus enormes ojos me miraron suplicantes, se veían preciosos con la luz del sol que apenas comenzaba a salir. - Vamos, no será tan malo. Lo prometo.

-No quiero hacerlo, no puedes llegar como si nada hubiese pasado y querer ser mi amiga, como si no hubieses sido una total idiota conmigo. No tiene sentido ¡Y ya suéltame la jodida mano!- sí, estaba comenzando a desesperarme.

-No seas exagerada, superestrella. Solo fueron unas cuantas malas miradas, es todo.- sus ojos seguían sobre los míos, esperando que aceptara. Por un pequeño momento su mirada se posó en mi boca, fue fugaz, pero pasó. No era la primera vez, era como un hábito de nessa. Uno bastante molesto a mi parecer.- Ya, sigamos caminando que llegaremos tarde, ¡ah! Y no soltaré tu mano. Camina.

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Entre jaloneos y una pequeña discusión llevada a cabo por medio de susurros, llegamos al instituto. La cara de todo el salón al vernos llegar tomadas de la mano fue un espectáculo, Adora nos sonreía mientras se acercaba a nosotras.

-Hola, buenos días. Quiero ser la primera en saber que está pasando aquí. 

Me tienes que estar jodiendo.

- Diedie y yo somos amigas ahora, pedazo de chismosa Ni siquiera un "¿cómo estás, amiga querida?" No, solo mimimi chisme y más chisme- respondió nessa, siendo tan grosera con la pobre Adora. Tenía que intervenir ahora.

-Primero, no me llames Diedie; segundo, no somos amigas y por último, no tienes por qué ser tan grosera con Adora.- Solté mi mano bruscamente de la de ella y suspiré fuertemente.- Buenos días, Adora. No sé que bicho raro le picó a tu amiga, pero no creas nada de lo que dice.

Me dirigí hacia las demás, no mencionaron nada referente a nessa, pues lo dije lo suficientemente fuerte para que todo el salón escuchara. Conversamos entre risas esperando al profesor de matemáticas, pero el señor Kurt nunca llegó. Una lástima total, me gustaba observarlo mientras explicaba con calma cada nuevo tema, nunca entendí bien la matemática y el señor Kurt se esforzaba por enseñarme bien.

 Él siempre insistía en que lo llamara por su nombre, pero se me hacía incómodo llamarlo solo Thiago, mientras el resto lo llamaba profesor o señor Kurt; me parecía lindo que quisiera tener ese detalle especial conmigo, y siempre decía que yo era su alumna favorita. Quizás, solo quizás me sentía un poco enamorada del señor Kurt, pero quién podría culparme, ese hombre era precioso; como 1.85 metros de altura, una sonrisa perfecta y unos ojos marrones tan preciosos. Tenía como unos 23 años, algo mayor, pero eso no importaba cuando fantaseaba una vida junto a él.

Al final siempre sería eso, una fantasía.

Diría que el día había transcurrido con tranquilidad, pero estaría mintiendo. Nessa pasó todo el día pegada a mi como un chicle, llamándome por apodos tontos y queriendo mantener una conversación conmigo. Era tan extraño como había cambiado de parecer de un día a otro, no me fiaba de su comportamiento amable, algo tenía que estar tramando.

La hora de salida había llegado, jay no me esperaría hoy porque tenía algunas cosas que hacer. Eso significaba que me iría totalmente sola a casa. Caminé con las chicas hacia la salida, hablaba con Angell sobre la última clase y el trabajo que debíamos realizar en grupo, me ofrecí para hacer el trabajo en mi casa, con suerte no estaría mi madre en ella, así ninguna pasaría un mal rato.

- ¡Señorita Cass!- oí a alguien llamar, giré en todas direcciones hasta verlo, el señor Kurt.

Me separé de las chicas, y me acerqué al señor Kurt a paso lento. 

-Buenas tardes, señor Kurt ¿En qué puedo ayudarlo?- le dediqué una sonrisa amable y él me la devolvió.

-¿Cómo estás, Elodie? Lamento no haber podido llegar a la clase, surgió algo importante.- tomó mi mano izquierda entre sus dedos y mi corazón comenzó a latir con mucha rapidez.

- No se preocupe, profesor, nos veremos en la próxima. Espero que todo esté bien.-retiré mi mano, me sentía demasiado nerviosa, alguien podría vernos, pero a él parecía no importarle.

-Me hubiese gustado verte más tiempo hoy, lo siento.- tomó mi mano de regreso y acarició mis dedos.-¿No te hizo falta la clase d-

- ¡Hola, profesor! ¿Cómo está, por qué faltó a clase hoy, por qué está aquí ahora, y por qué sostiene la mano de Diedie?- Nessa lo interrumpió hablando demasiado fuerte. El señor Kurt no soltó mi mano, así que nessa la soltó bruscamente y la tomó ella.

¿Qué demonios estaba pasando?

- Hola, señorita dagger. Si me disculpan, me retiro, nos vemos en la siguiente clase.- dijo lo último mirándome fijamente, se dio media vuelta y se fue por el pasillo.

-Nessa, por dios, deja de agarrar mi mano.- Caminé de regreso a donde estaban las chicas, pero mi camino fue interrumpido por Nessa abrazándose a mi espalda y susurrando cerca de mi cara.

-¿Por qué el señor Thiago puede tomar tu mano y yo no, uhm?- con cada palabra su cálido aliento chocaba con mi cabello, moviéndolo un poco. La imaginaba de puntillas para poder alcanzar mi estatura.

Interesante imagen mental.

Me solté como pude, y seguí mi camino sin responder su pregunta. Ignorando mi apurado corazón, llegué a donde Venus, Adora y Angell nos esperaban.

No quise quedarme por más tiempo, me despedí de todas, incluyendo a Nessa y partí a casa con mis audífonos y un montón de extraños pensamientos acompañándome.

Tendría mucho para pensar esta noche. Genial.




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⏰ Última actualización: Jul 11, 2022 ⏰

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