Prologo

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Hace un par de años, llegó a mi tienda un joven perdido, fatigado y débil, no tendría más de 18 Viefs, pero la mirada algo distinta a las miles de personas que usualmente recibía, luego de comer un poco decidió contarme su historia, su origen, y sobre su mundo.

A medida que pasó el tiempo, se volvió un cliente frecuente de mis servicios y se que fui muy útil en su larga y complicada cruzada. Hasta que unos cuantos meses después de haber encontrado paz,  el volvió a mi tienda, de una manera similar a como lo había hecho años atrás.

Luego de tomar unas cuantas botellas de de Birrah, me miró y con voz entrecortada me dijo: 

Amiga mía, te pido esto como un hermano. Desde el fondo de mi corazón deseo que mi historia no sea destruida por el tiempo, que el viento no borre mis actos, que ambos mundos conozcan mi viaje, que los jóvenes se deleiten con la lectura de mi lucha. Deseo ser recordado por el mayor tiempo posible, y se que no existe ninguna hombre o mujer más indicado para esta tarea que no seas tú- 

Ya han pasado varios años desde su partida, y creo que ha llegado el momento de cumplir mi ultima encomienda....


UnderWorld: El consejo de los 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora