Genesis

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Versículo  III: Bajo el agua

Muchas veces, aquello que se creía una leyenda, un mito o una mentira. Solamente es la realidad oculta a simple vista.

-Profecía del oráculo-

Ya era una rutina para él, levantarse cada día, revisar su ganado, hacer los quehaceres de la casa, visitar el pueblo, saludar a los conocidos, comprar cosas para la casa o medicamentos para las reces; saludar al alcalde que era un gran amigo y regresar a casa al finalizar la jornada. Ese día no fue la excepción, solamente iluminaba su camino la incipiente luna surgiendo en el firmamento. El camino cubierto de polvo y rocas era un viejo conocido para el, desde su niñez lo había transitado, junto a su padre, su esposa, sus hijos, sus nietos.... La noche, extrañamente cálida lo acompañaba en una caminata de una hora a lo sumo, un paseo tranquilo, rutinario. O eso creyó el.

Un galope, en la lejanía que interrumpía la tranquilidad del viajero. No le presto atención y decidió continuar, logro dar unos pasos mas cuando una voz carrasposa y cansado le grito:

-!Quítese anciano¡-

El simplemente hizo caso y se movió hacia un costado dejándole espacio suficiente para que pasara el caballo, o talvez dos, pero no fue suficiente, al pasar vio que el caballo corría frenéticamente, sin jinete, sin dirección. Aunque el único detalle que llamo su atención fue el gato oscuro que estaba acurrucado en el lomo del caballo.

-¿y quien putas me grito?- 

Cada segundo un aura de frío, de abandono, de soledad se abría paso entre los arboles, entre sus hojas, en medio de las rocas, generando un vaivén en la superficie de la laguna

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Cada segundo un aura de frío, de abandono, de soledad se abría paso entre los arboles, entre sus hojas, en medio de las rocas, generando un vaivén en la superficie de la laguna. Todo el terreno se llenaba de un aire místico, misterioso y el único empleado que se sentía cómodo  realizando la ultima ronda tuvo que salir temprano.  Ricardo llevaba 2 semanas trabajando, así que entre todos los demás empleados, le dieron una linterna, un radio y lo obligaron a realizar la ultima ronda, para que ningún visitante se hubiera quedado con la finalidad de cerrar la laguna.

Al contrario de las burlas de sus compañeros la ronda fue mas sencilla de lo normal, se encontró con uno que otro pato que paseaba por el camino. Al ver que faltaban pocos metros para regresar a la caseta, su miedo se vio transformado en seguridad, en confianza. Le pareció curioso que los demás salieron rápidamente hacia la carretera junto con un aumento de gritos y comentarios de asombro. Acelero el paso hasta que un arbusto a su derecha sonó, instintivamente lo ilumino pero no había nada, retomo su camino.

Una voz gruesa interrumpió la soledad del lugar- !Aftech...¡ - Ricardo giro hacia el origen desde el cual un hombre fornido, salto sobre el- !... Aetherus rotharim¡-.

 Aetherus rotharim¡-

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UnderWorld: El consejo de los 7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora