6:30 a.m. De la mañana siguiente. Me desperté en un mar de pañuelos desechables alrededor de toda mi cama. Abrí lentamente los ojos, y con la vista nublada, decidí levantarme y caminar hacia el baño. Sentía un dolor insoportable en todo mi cuerpo y tenía tanto sueño que estaba a punto de quedarme dormida de pie. Levanté la vista hacia el espejo del tocador y lo que mis ojos captaron fue una visión espantosa. Esa persona que estaba frente al espejo no era yo. Tenía los ojos hinchados y rojos, ojeras causadas por el insomnio de anoche, la nariz rosada y la piel pálida. Esa persona tenía las mismas facciones que yo, pensaba como yo e incluso, sufría como yo. Pero no era yo. Tenía un aspecto terrible, demacrado y sin vida. Justo como me sentía por dentro al saber que ni hoy ni nunca volvería a recibir un mensaje de "buenos días".
Con el ánimo por los suelos, fui y me duche. Cuando salí, ni siquiera me tome el tiempo de arreglarme, ¿para qué? Si la única persona que le importa como me veía era él.Salí inmediatamente de mi habitación, con una falsa sonrisa en los labios. Me estaba preparando para afrontar lo que me esperaba; verlo sonreír y saber que esta vez... No era por mi.
DEJA DE LLORAR, si fue tu culpa, afronta las consecuencias. Su aun lo quieres, demuéstralo. Pero que nadie te vea llorar. Que nadie te quite esa sonrisa, que es perfectamente irreal.
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¿Y si... Sólo somos amigos?
PuisiSer amigo de la persona que te rompió el corazón no solo es imposible, si no también auto destructivo.