#6 "DIVORCIO"

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Nathalie veía con sus propios ojos como Gabriel se besaba con otra mujer, mientras ella se quedaba en casa ordenando la empresa y creía que Gabriel asistía a las reuniones de padres solo para compensar los años de desatención que tuvo con Adrien, jamás se le ocurrió pensar que su única acción buena con su hijo era una pantomima para ocultar el amorío que estaba teniendo con su maestra.

La ejecutiva camino dentro del salón, tocó el hombro de Gabriel y cuando esté se giró sintió como su corazón se detenía, detrás suyo estaba su esposa, con los ojos cristalinos y una expresión que reflejaba toda la furia del mundo.

─No es lo crees.

Dijo cobardemente, la respuesta fue un cachetazo que dejo marcados en la piel tersa del diseñador, los cincos dedos de la mujer.

Luego de eso Nathalie abandono el François, Gabriel no la siguió, se quedó en shock dentro del aula mientras Caline besaba su mejilla en un burdo intento de hacer pasar el dolor.

Al llegar a la mansión la pelinegra subió a la habitación que desde hace unos años compartía con el hombre de sus sueños, del armario tomo todas sus prendas, busco una maleta y la lleno mientras varias lágrimas salían de sus ojos manchando su aterciopelada piel, en eso, el niño que cuido desde los cinco años y a quien quiere como si fuera suyo, paso por la puerta del cuarto, viendo la extraña actitud que tenía su madrastra decidió acercarse a ella para averiguar qué era lo que ocurría.

─No soy yo quien deba decírtelo, pero eres lo suficientemente grande como para que tú padre responda─ dijo con poco aliento, era como si alguien la hubiera apuñalado y ahora ella caminaba con la herida desangrándose lentamente

─¿Que hizo mi padre?, de seguro tiene solución, no estés así, me parte el corazón ver qué lloras. . .

─Me encantaría que pudiera ser así, a tu padre le perdono cualquier cosa, menos lo que hizo.

El chico entendió todo con esa frase, la abrazo y la dejo para que siga con lo que sea que estaba haciendo.

Una vez Nathalie termino de tomar lo poco que tenía, fue al cuarto del menor se despidió de él y emprendió la salida de la enorme mansión, afuera, cerca de la reja se encontró con Gabriel.

─¿Que haces?─ pregunto sinico

─¡Me voy de esta casa!─ suelta la maleta lleva su mano izquierda a la derecha se quita el anillo y se lo lanza ─No se cómo pude creer que un hombre como tú podría ser un buen esposo

─No digas eso.

─¡Es la verdad!─ toma la maleta ─Lo peor de todo es que muy adentro mío siempre supe que jamás sería buena para ti, me deje llevar por mis estúpidos sentimientos y aquí estoy, siendo una tonta que depósito su confianza y los mejores años de su vida en un hombre que no vale la pena

─Estas enojada, lo sé, pero podemos arreglarlo, lo que viste no es nada, solo fue un beso y ya.

─¿Un beso y ya?, llevas meses yendo a esas reuniones de padres sin falta y la última vez cuando quise acompañarte me convenciste de que me quedara, tienes una relación con esa. . . mujer─ grito frustrada ─Ella no tiene la culpa del asco de hombre que sos, si, eso eres una porquería; Emilie jamás te importo, ni yo, lo único que te importa es tu gran ego

─¿Cómo se te ocurre hablarme así?, yo fui quien te rescató a ti de la porquería en la que estabas, si no fuera por el trabajo y los años que te sostuve estarías en ese barrio de cuarta y consiguiendo artefactos por dos euros mugrosos, te di una buena vida, ¿¡que más quieres!.

Nathalie rompe en llanto, pero se mantiene firme, ahí el solo se encargó de destrozar el poco amor que ella sentía por el, a pesar del engaño aún lo quería, pero después de esto ya no había vuelta atrás.

Miraculous: Semana Gabenath 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora