Jerica Soleil.
14 años de edad.***
Sus gritos eran fuertes. Rasgaban el interior de su garganta y no podía hacer nada más que eso: gritar.
Se removía sobre su cama con expresiones de dolor, sujetada a las sábanas sobre ella con fuerza para seguir retorciéndose entre dolor, miedo y desesperación.
La piel le ardía, cómo si una ráfaga de fuego estuviera quemándola por completo tanto por fuera como por dentro. Sentía cómo si agujas atravesaran su piel, salieran y volvieran a ser introducidas nuevamente a su cuerpo, sintiendo el terrible dolor que las punzadas le provocaban.
Su mente y sus emociones eran un revoltijo, un caos, un completo desastre. No tenía ni un puto control sobre ella o lo que sentía. Y eso estaba mal, estaba jodidamente mal.
La garganta le ardía por la gravedad en la que sus siniestros gritos eran expulsados de sus cuerdas bucales, por la manera tan agitada y desesperada en la que tomaba aire por la boca y luego lo expulsaba todo.
Podía sentir el horrible vacío en su interior, cómo parecía estar en un hueco sin fin dónde lo único que podía sentir era la falta de algo, algo que le había sido arrebatado.
No había sido la primera vez que experimentaba eso: la falta. Sin embargo, esa vez sintió mil veces más el dolor, desesperó y miedo que había sentido alguna otra vez.
Sintió cómo un escalofrío recorría diversas veces su espina dorsal. Cómo el intenso dolor en sus huesos le hacían creer que quizás no aguantaría y terminarían quebrándose cómo cristales. Cómo su cuerpo estaba rígido. Cómo el dolor recorría cada parte de ella.
Y no lo aguantaba.
—¿Porqué no te callas, cariño?
Sintió miedo, un terrible miedo que le hizo perder la fe en la humanidad.
Todos eran unos monstruos, todos tenían sus secretos, y el de ella era esté.
Sabía que no podía hacer nada, tenía que aguantar, soportar todo aquello que le lastimaba para poder seguir.
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AGONÍA
Teen Fiction«¿Me amarás mientras yo me odio?» Jerica Soleil no es la chica con la vida perfecta. Durante muchos años ha tenido que librar con problemas. Sin embargo, nunca imagino que un simple desconocido podría ser el soporte que ella necesita. Una sola razón...