Cap 2.

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La pareja bajaba del auto tomada de la mano dirigiéndose a la comisaría, si bien el superintendente Jack conway tenían muchos enemigos que buscaban los puntos débiles de este mismo, absolutamente nadie quería tocar a su pareja, Gustabo García.

Entraron a comisaría y despidiéndose con un beso Jack subió a su despacho, Gustabo vió a un Brown un tanto irritado atendiendo a una señora con una niña pequeña.

— Brown, ve a patrullar yo me encargo de la denuncia.

— ¿Enserio? — Preguntó en un tono aliviado —

— Que si, anda vete.

Brown dió un abrazo pequeño a Gustabo y salió corriendo de la comisaría.

— Y bien señora, ¿En qué puedo ayudarle?

— Si joven mire, iba paseando con mi nieta cuando un tipo me quitó mi bolsa

— Okay… ¿Me puede decir cómo era el sujeto?

— Solamente ví que era más alto que usted y tenía un tatuaje en la muñeca.

— Perfecto — escribió los datos en la libreta — ¿Distinguió de qué era el tatuaje?

— No mucho, solo ví que tenía una calavera.

— Bueno, con esos datos ya podemos hacer algo — cerró la libreta y sonrió — ¿Necesitan algo más?

— No agente, muchísimas gracias.

— No hay de que señora es mi trabajo.

Sintió como alguien más pequeño que él jalaba su pantalón.

— Oiga señor agente, ¿usted podría llevarnos a nuestra casa?, es que tengo miedo.

— Isabella el agente está trabajando, no lo molestes.

— No señora, no es ninguna molestia, claro que puedo llevarlas pequeñita — respondió mientras sonreía —

— ¿De verdad?

— Por supuesto.

Después de un rato llegué a comisaría para terminar el papeleo pendiente que tenía, encontrándome con Volkov y Greco en recepción.

— Buenos días comisarios

— Buenos días Gustabo — saludaron ambos al unísono—

— ¿Cómo amanecieron?

— De puta madre  — contestó Greco —

— Perfectamente — respondió Volkov —

— Me alegra, con su permiso terminaré el papeleo que tengo pendiente.

— Gustabo

— Dígame Volkov

— ¿Hará su papeleo aquí? ¿en recepción?

— Mh — Asentí mientras empezaba a leer los papeles —

— Eeeeh, yo eeeh, si gusta puede usar mi despacho, estaré haciendo 10-33 con Greco y se quedará vacío

— ¿Enserio me dejaría?

— Claro que si, tome — contestó entregándome unas llaves —

— Pues muchas gracias comisario.

— No hay de qué Gustabo, buen servicio.

— Buen servicio — dije entrando al despacho —

                     ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Saltó un código tres y aproveché que ya había terminado el papeleo para asistir, prendí la radio y avisé mi asistencia, al cabo de unos segundos la voz del superintendente se hizo presente confirmando su asistencia, lo ví dirigiéndose a la armería para tomar el chaleco y ponérselo, llegó junto a mí y me tomó la mano dirigiéndose al patrulla.

Llegamos al badulaque y mientras los demás hacían perímetro Jack y yo fuimos directo a negociar, al parecer eran dos sujetos solamente, querían escapar en moto, y ambos se veían muy nerviosos, caminaban de lado a lado sin darse cuenta de nuestra presencia hasta que Jack carraspeó.

— Empezamos ya o qué anormales, no tengo todo su puto tiempo

— Jack — lo miré con un gesto desaprobatorio —

soltó un suspiro y se movió dejándome a mi el lugar para negociar.

— Siento la actitud de mi compañero caballeros, ¿están listos para negociar? — sonreí —

— Eh, si si — dijo uno de los atracadores ya más calmado —

Al cabo de un rato me había ganado la confianza de los atracadores, como no, con mi pico de oro esto era más que posible.

— Entonces Jayson — llamé dirigiéndome a uno de los atracadores —

este asintió dándome una señal para proseguir.

— El badulaque solo les dió 500 dólares, su moto no es la más rápida que digamos, y menos con dos personas en ella, y lo más probable es que los detengamos, entonces su multa será de 2000 dólares, no les sale rentable — dije mirándolo fijamente —

— Pues ya lo sé Gus pero no podemos echarnos para atrás.

— ¿Y quién dijo que no? superintendente — llamé ganándome la atención del anteriormente nombrado — ¿Verdad que sí se entregan podemos bajarles la multa?

— Así es, pero solamente a la mitad, y deja las confiancitas, dile agente, no Gus, no es tu puto colega.

— Bueno bueno, pero agente sigue siendo mucho dinero para la mierda que sacamos aquí.

— Es lo que toca crack

— Mmm, ¿y si les doy dos hamburguesas se entregarían?

— ¿Cómo que dos hamburguesas? — preguntó riendo —

— Sii, les traeré dos hamburguesas en lugar de la comida normal de la comisaría ¿aceptan? — preguntó sonriendo —

— Mmm, solo porque nos caíste bien Gus

— Y dale con llamarlo Gus — rodó los ojos — que le digas agente anormal.

— Venga, salgan con las manos en alto. — dijo Gustabo amablemente —

EL SOL SE APAGÓ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora