Cap 6.

615 41 6
                                    

El rubio despertó y después de terminar todo el desayuno que su pareja le había cocinado lavó el plato y se fue directamente al baño para darse una ducha, se arregló y tomó la correa de ivadog para llevarlo a pasear, mientras caminaba los saludos de sus vecinos hacia él no se hicieron esperar, pasó por un badulaque y paró para comprar una botella de agua, amarró a ivadog en una banca y entró, mientras compraba el agua sintió unas manos en su cadera y rápidamente volteó para enfrentar a la persona

— Oiga qué le pasa imbécil — preguntó en un tono alto —

— Oh, discúlpeme señor no lo había visto.

— No lo había visto mis huevos, puto subnormal.

— Ya le pedí perdón agente Gustabo.

El rubio al escuchar su nombre se tensó y trató de reconocer al tipo hasta que recordó que era el mismo que justamente ayer le había dado un lengüetazo.

— Váyase a la mierda — pagó y se salió para tomar a ivadog —

Sintió unos pasos detrás de él y paró para enfrentar al sujeto

— ¿Puede dejar de seguirme? A la próxima no se lo pediré amablemente y llamaré a la policía

— Si me detiene usted otra vez no me importaría — hizo un gesto mandando un beso —

El rubio frunció su ceño mientras trataba de detener a ivadog que quería atacar al sujeto que tenía enfrente

— Parece ser que tu perrito es bravo, me pregunto si su dueño también lo es — intentó acercarse pero el rubio soltó un poco la correa de ivadog haciendo que el sujeto temiera y se hiciera para atrás —

— No creo que quiera comprobarlo, imbécil. — y sin más Gustabo se fue de ahí sintiendo una mirada en su espalda —

                ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Al llegar Gustabo arregló un poco la casa para después empezar a hacerle la cena a su pareja, hoy tenía horas extras por lo tanto tenía que salir de madrugada, después de terminar de cocinar se dirigió hacia el baño y tomó una ducha, al salir optó por ponerse unos jeans azules oscuros y una camisa verde militar con unos tenis del mismo color, eran las 7:50 y su turno empezaba en 10min así que se fué directo al Audi, minutos después llegó a comisaría y notó a su pareja junto a los comisarios y su hermano tratar de calmar una multitud de gente que venía a hacer alguna denuncia.

— CAPULLOS CIERREN LA PUTA BOCA O NO ATENDEREMOS A NADIE — gritó el superintendente sacando la porra —

Rápidamente Gustabo se hizo paso entre la multitud y entró en servicio

— Gustabo, ayúdanos por favor — le pidió su hermano con una voz que se notaba cansada —

Gustabo rápidamente se puso junto a su pareja y alzó la voz para que todos le escuchasen

— A ver gente, si no se relajan y mantienen un orden nos será imposible atenderlos a todos

— Pero no nos hacen caso — reclamó un civil —

— Ya caballero, pero si todos están gritando y amontonados obviamente mis compañeros no sabrán por dónde empezar.

— ¿Y qué quiere que hagamos?

— Primero, vamos a dejar de gritar porque no es un parque de diversiones, segundo, nos organizaremos por filas, las personas que hayan sido víctimas de un robo pónganse en fila al lado de las sillas — un grupo de personas obedeció y se formó— las personas que hayan sido secuestradas pónganse en fila cerca de las puertas — poco a poco la gente se iba dividiendo y acomodándose dónde Gustabo indicaba — las personas que tengan algún tipo de información sobre algunos delincuentes que están en busca y captura póngase al lado del mostrador, y por último, las personas que quedan pónganse en medio de comisaría — todos obedecieron y en menos de 10 minutos ya habían cuatro grupos de personas formadas y calladas esperando pacientemente ser atendidos — Bien — se volteó para hablar con sus compañeros viéndolos como todos estaban con la boca abierta — Ahora, volkov tú atenderás al grupo que está al lado de las sillas, Horacio tú al que está cerca de las puertas, Greco al que está al lado del mostrador y el superintendente y yo al grupo de en medio.

EL SOL SE APAGÓ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora