Ya Era Muy Tarde Para Retroceder. (1 temporada/parte 1)

Capitulo dieciseis

—¡...vamos animo, dense prisa!

En la casa de Eriol. La clase de mi hermano estaban filmando la última parte de su película.

Nakuru y los demás se veían muy animados.

—¡Sakura! Te ves tan preciosa, fue una estupenda idea de que protagonizaras este papel, confío en ti.

—si, haré mi mejor esfuerzo.

Cuando vimos a Eriol y Shaoran, Tomoyo y yo nos acercamos a ellos y juntos conversamos.

—¡Sakura, a llegado tu turno!

—¡si!

Al escuchar eso, Tomoyo me dio los últimos arreglos rápidos en el kimono y salí para hacer mi escena como la hermana del personaje que interpreta Yukito.

—¡como se esperaba de Sakura, estuviste genial!

—gracias Tomoyo.

—¿terminaste de filmar?

—si

El último rodaje estaba por terminar, esperando a que mi hermano dijera la última línea del guion.

Todo era muy emocionante, hasta que sentí aquella presencia que nadie había notado ni se habían dado cuenta de que el balcón en el que mi hermano y Yukito estaban, se estaba rompiendo.

*crash*

—¡Yukito, hermano! —invoque al báculo— ¡viento! ¡Dormir! —El Viento amortiguó su caída, Dormir hizo dormir a todos— ¿están los dos bien?

Me acerqué a ellos y los ayude a levantarse.

—¿que fue lo que pasó?

Intenté sentir si había alguna presencia.

—Sakura...

—Eriol, protege a todos los que están dentro de tu casa en caso de que sea peligroso.

—Nakuru, Spinel, ya la escuchasteis.

—si, amo Eriol.

Las dos bestias protegerán la casa.

—¡Escudo!

Protegí a mi hermano, Tomoyo y Shaoran dentro del Escudo y Eriol realizó un conjuro para evitar que las personas vengan.

—Sakura, ¿cual es el peligro?

—...

—no ayudaré mucho pero haré mi mejor esfuerzo.

—Yue, no es necesario que busques a Kero, quiero que el se quede protegiendo a papá.

La presencia seguía intensificándose. Todos se veían nerviosos y tensos.

Poco después vi la figura de alguien conocida

—tiempo si verte, Lizzie-san

—¡Hola, Sakurita! ¿Como estas? Veo que te ves de maravilla.

—por tu culpa, casi destruyo todo Japón.

—¿mi culpa? ¡Ja! ¡Gracias a ti, casi fui cortada por mi amo!

—¿eh?

Su expresión de alegría cambio a una de ira y tristeza.

—No sabes ya lo cuanto te detesto, yo era su favorita y ahora Miki es la favorita... Jaja...

—¿Miki? ¿Favorita? Oye, de que estás hablando —dijo Shaoran desde el Escudo—

—¡no estoy hablando contigo niñato! —se enojó aún más— Ahora dame el preciado objeto. Si se lo doy a mi maestro, seguro que me perdonará y volveré a ser su favorita. ¡A si que dámelo!