Ya Era Muy Tarde Para Retroceder. (1 temporada/parte 1)

Capitulo diecinueve

—...Sakura.

—si, lo sé. Esto ya es una advertencia hacia nosotros —La energía de la ciudad entera estaba siendo drenada. Todos sus habitantes caían y estaban en riesgo de vida o muerte— Hideki, usa a mayor grado de poder que tengas para mantenerlos en protección.

—si —Hideki hizo tal y como lo dije y una cúpula apareció arriba cubriendo el cielo azul— ¿crees que intenten robar el libro?

—es lo más seguro, ellos lo necesitan para activar la ruleta.

—bien ¿pero era tan necesario encerrar tan rudamente a todos tus amigos y familiares?

Hace 6 minutos atrás, sentí la presencia de Lizzie-san acercándose pero esta vez su presencia era mil veces más fuerte a si que llame a todos a mi casa y luego use la carta Lock y a Shield.

—no te preocupes, también los deje dormidos en caso de que lograran salir.

Usaré a Sleep para dejarlos inmóviles y por si algo ocurre, desde afuera, Lock lo detendrá pero solo es en caso de que deba llamar de regreso a Shield

Le dije a Hideki que camináramos más adelante.

Caminamos con cuidado y nos encontramos en la plaza donde en el centro hay una fuente.

—este lugar... ¡oh, es la vez en donde atrapé a la carta Grande! —dije recordando con emocion— que recuerdos

—Sakura, mantente alerta.

Asentí

El viento soplaba fuerte, mi pelo cubría una parte de mi vista y la tensión subía.

Miramos por todos lados, no había nada más que personas en el suelo.

—¡Sakura, arriba!

El grito de Hideki me hizo mirar hacia arriba sin pensarlo dos veces.

Centenas de flechas caían desde el cielo, no unas flechas normales si no flechas de fuego.

—¡Hideki, detrás mío! —el me hizo caso y yo saqué el libro de los cielos sin pensarlo dos veces y recité el hechizo de nivel superior— ¡Yokusei Mizu!

Una esfera de agua que brillaba como perla apareció en mi palma de la mano, poco a poco, cada vez que daba más mana a la esfera, el se iba agrandando hasta poder cubrir la plaza entera.

—¡Sakura, lánzala ya!

Como Hideki dijo, la lance al cielo. Yokusei Mizu se tragó solo a unas docenas de flechas y siguió subiendo hasta llegar por arriba de las nubes, más tarde, se creó un enorme círculo mágico y el agua del hechizo fue cayendo por todas las flechas hasta no quedar ni una.

El agua que seguía cayendo del cielo como si fuera una lluvia, comenzó a darle vida a las plantas. Es un buen hechizo si llegara a ocurrir un incendio forestal por aquí cerca.

—menos mal que lo hice a tiempo

—así es, felicidades por tu arduo trabajo.

Hacia arriba de las nubes, apareció Lizzie-san aplaudiendo.

—¡Sakura, esto es una trampa!

—¿oeh? —Antes de poder reaccionar, Lizzie-san recito un hechizo para mover la sombra. Creó un látigo muy largo y me golpeó los brazos— ¡aaah!

El libro de me cayo de las manos y después desapareció.

—¡Sakura!

—tengo que agradecerte por detener esa lluvia de flechas.

Mis brazos fueron inmovilizados, ese látigo de sombra tenía veneno puesto en el.

—Hideki, no te preocupes por mi. Recupera el libro, por favor.

Hideki creó una barrera a mi alrededor y comenzó a luchar con Lizzie-san que ahora podía crear hechizos superiores gracias a la guía del libro.

Era una gran desventaja.

Yo aún necesitaba tiempo para recuperarme, solo mis dedos eran capaces de moverse.

—que persistente eres —Lizzie-san sonrió— aunque es bueno, podría eliminar a toda la molestia en este instante y después ser la favorita del amo.

—¡Hideki, huye!

No, ya era demasiado tarde.

Ella activó el peor de los hechizos que había en el libro. "Zero shōmetsu"

La espada gigante que puede dividir el planeta en dos apareció cuando el libro se elevó al cielo.

—¡¡DETENTE!!

La espada gigante fue blandida a cámara lenta.

Yo ya sabía que no podía ser detenida...

[...]

—Li, Li —¿quien es? ¿He escuchado esta voz antes?— ¡Li!

Abrí los ojos enseguida y me asuste.

—¡wwwaaaaaaa!

Me había caído del sofá.

—¿Li te encuentras bien?

—ah... ¿que? ¿Daidouji? ¿Que-que es lo que pasó?

—eso nos preguntamos todos.

Estaba en la casa Kinomoto, lo último que recuerdo fue... ¡eso es! ¡Sakura nos dejó dormidos con la carta Dormir!

—Li, algo debe haberle pasado a Sakura como para que el poder de la carta nos haga despertar. —Hiraguizawa también pareció recordar— hay que buscarla, puede que necesite de nuestra ayuda.

Me detuve a pensar

—¿nuestra ayuda? Ella ya puede sola Hiraguizawa

—¡¿mocoso, que estás diciendo!?

—Tu y todos nosotros solo la estaremos estorbando.

—Li, cálmate

—solo somos una molestia para ella...

Nadie dijo nada por unos segundos que parecieron una eternidad, su hermano Touya me agarro del cuello y me levanto para después lanzarme al suelo.

—¡Touya! —Yukito detuvo el puño de Touya—

—¿acaso no entiendes? ¡Ahora mi hermanita puede necesitar de nuestra ayuda, no me quedaré quieto a esperar como ella sufre!

—no sabemos ni si quiera de la situación. Nadie tampoco tuvo el maldito valor de preguntarla por que no querían presionarla pero en realidad éramos nosotros los que teníamos miedo a saber la realidad.

—mira mocoso, si no te callas ahora romperé esa mandíbula que tienes

—¡Touya! —el señor Kinomoto detuvo a su hijo mayor— esa no es la manera de solucionar las cosas

—¡papá, tú hija menor está allá afuera en un maldito problema que nosotros no conocemos!

—es por eso que necesitas calmarte, Hiraguizawa, ¿puedes investigar de la situación actual de afuera?

—eso estuve haciendo, parece que Sakura estuvo protegiendo la ciudad ya que no hay ningún edificio roto y los ciudadanos se están recuperando pero en la plaza...

—¿que hay en la plaza?

—la plaza está completamente destruida, no creó que haya algo que esté vivo. —informó Hiraguizawa—

Los grados del salón bajaron en seguida, todos quedaron mudos y aterrorizados por las próximas palabras de Hiraguizawa.

Él tuvo que tragar su saliva mientras comenzaba a abrir los ojos

—la fuente fue destruida de una manera extraña como si una espada hubiera pasado por ella pero luego, esa linea gruesa se corta y deja de seguir hacia delante como si algo lo impidiera.

—¿...cuanto tiempo estuvimos dormidos?

Yukito miro al reloj de la habitación

—treinta minutos

Sin escuchar lo que dijo Yukito, yo salí corriendo de la casa Kinomoto a la plaza con la esperanza de ver a Sakura allí.

Sakura, tienes que estar a salvo, tienes que estarlo